Práctica considerada legal y cada vez más perfeccionada
El Ayuntamiento de Cazalegas insiste en la caza con radar en la antigua N-V
Redacción Ahora CLM 
El Ayuntamiento de Cazalegas insiste en colocar en días aleatorios y de forma recurrente un radar móvil en el tramo de la antigua Nacional V, hoy en día denominada N-Va, a su paso por el polígono industrial del Soto, entre el puente sobre el río Alberche y la rotonda de la carretera de Cebolla.
Tras la polémica e indignación del año pasado, que trascendió al ámbito nacional, el consistorio argumentó que la medida se implementaba para evitar accidentes y negó afán recaudatorio pese a que este tramo de carretera registra nula siniestralidad -según datos de la DGT- desde que hace más de una década se prohibió el adelantamiento y muchos de los giros que antes se permitían.
Más perfeccionada
Con el paso de los años se han ido perfeccionando las sesiones de radar para aumentar el número de vehículos susceptibles de ser multados, como explicamos en un reportaje anterior.
Si el año pasado era más frecuente ver a un vehículo de una empresa privada contratada por el Ayuntamiento de Cazalegas entre las señales de límite de velocidad de 60 y 80 km/h, este año es más habitual ver el radar colocado en un pequeño trípode, poco perceptible para el ojo humano, aunque ambas técnicas se compaginaban y compaginan.
Ahora ya da igual el lugar a elegir en este tramo de aproximadamente dos kilómetros ya que se ha limitado la velocidad a 60 kilómetros hora -salvo en las inmediaciones de la rotonda de la CM-4000 en ambos sentidos, que es de 40-, perjudicando la fluidez tanto en la entrada como a la salida de Talavera de la Reina desde y hacia la autovía A-5, por el que pasan más de 17.000 vehículos al día.
Mientras talaveranos, comarcanos, viajantes y visitantes siguen esperando que el desdoblamiento de la N-Va sea, dieciséis años después, integral y no un parche de 1,4 kilómetros, circunstancia que llevará a que ese tramo de carretera del Ayuntamiento de Cazalegas pase a ser de titularidad de la Junta de Castilla-La Mancha.
Práctica legal
Cabe significar que esta práctica de los ayuntamientos de recurrir a empresas privadas para realizar controles de velocidad es considerada una práctica legal siempre y cuando la empresa y el cinemómetro estén homologados y al menos un agente de policía esté presente durante la ‘sesión fotográfica’, algo que el Ayuntamiento de Cazalegas cumple ahora a rajatabla para no perder ninguna multa recurso mediante.
Las normas, y los límites de velocidad entre ellas, están para cumplirse, pero los radares suelen colocarse en lugares peligrosos y con alta siniestralidad precisamente para evitar accidentes. No es el caso del referido tramo de la N-Va desde hace años convertido en un fiel aporte al erario público cazalegueño.
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