Jorge Martínez hizo el toreo y nadie se enteró
El torrijeño Jorge Molina deja un buen sabor en su debut en la plaza de Las Ventas de Madrid
Alejandro Lara 
Hasta dos presentaciones han tenido lugar en la duodécima corrida de abono, este martes, en la Feria de San Isidro. Una de ellas, la del torrijeño Jorge Molina. Molina -ganador del Alfarero de Oro 2022 en Villaseca de la Sagra- que se presentaba en Las Ventas y dejaba una serie actuación en ambos novillos de su lote donde se mostró por encima de sus oponentes en todo momento.
Se vio un Jorge Molina serio, renovado y con las ideas claras. En su primero -bajo la lluvia- dejó dos tandas más que interesantes con ritmo, templadas y encajando el tipo ante en el de Montealto.
Su segundo fue completamente distinto. Un novillo que huía rápido de la quema y que se rajó prácticamente de inicio. Molina iba con su muleta allá donde se plantase el novillo. Dejó grandes sensaciones. Fue volteado, al entrar a matar, sin consecuencias algunas.
Jorge Martínez hizo el toreo en la tarde de ayer y nadie se enteró. Y a estas horas, casi seguro que no. Incomprensible que al novillero murciano no se le pidiese la oreja en el primero de la tarde. Dejó un bonito recibo capotero por chicuelinas.
Ya en la muleta se mostró con mando, dominio y solvencia donde toreó al primero de Montealto; donde estuvo por encima del animal. Una faena seria y por ambos pitones en la que dejó grandes pases con la muleta donde bordó naturales.
La espada viajó perfecta en su encuentro y entró casi entera; pero de nada sirvió. Y es que el público si estaba ayer, no se entero de nada.
Y en el cuarto de la tarde -segundo de su lote- la gente tampoco se enteró de nada. No fue una faena con tanta rotundidad como la primera, pero Martinez dejó claro que va a ser torero. Estuvo firme y seguro con la muleta en todo momento de la faena y abrochó esta con unas ajustadas manoletinas para cerrar la faena.
Sergio Rodríguez hacia otra de las presentaciones de la tarde de ayer en el coso venteño. Dejó un buen sabor de boca en las novilladas que toreó la temperada pasada; donde destacó también en la feria de Villaseca de la Sagra.
Con el tercero de la tarde -primero de su lote- y bajo la lluvia de Madrid dejó un gran recibo capotero y un explosivo inicio con la muleta de rodillas en tierra. Una novillada que apuntaba alto pero la realidad es que fue de más a menos. Con los aceros; se atascó por completo.
En el sexto y último de la tarde, volvió la lluvia, pero novillero ni novillo aparecieron.
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