De la Feria de Otoño
Adrián de Torres roza la oreja y Ángel Sánchez cae herido en la segunda corrida en Las Ventas
De nuevo, la segunda corrida de abono de la Feria de Otoño 2022, volvió a teñirse de rojo en la plaza de toros de Las Ventas. Si bien en la jornada inaugural resultó herido con asta de toro el novillero toledano Álvaro Alarcón, ahora ha sido el matador Ángel Sánchez quién recibió una cornada en el sexto y último toro de la tarde.
Una tarde dura y ante un lote vacío por dentro y lleno de peligro en su segundo donde terminó pagándolo con sangre. Una herida por asta de toro en el 1/3 superior de la cara de su muslo izquierdo y un traumatismo craneoencefálico como consecuencia de la tremenda voltereta sufrida en el momento de la cogida.
Ángel dejó lo más destacado de su lote en un bonito y rivalizado quite en el tercero de la tarde. Dejando ajustadisimas chicuelinas con la capa. Ya en su segundo llegó el peaje que pagó con sangre siendo cogido en dos ocasiones: durante la faena y a la hora de entrar a matar.
Adrían de Torres, que confirmaba su alternativa, pasó del todo al nada. Y es que sin espada -y menos en Madrid- no hay triunfo ni paraíso. Rozó la oreja ante ‘Pastelero’ de Adolfo Martín que salió en cuarto lugar. Donde se protagonizaron los mejores momentos de la tarde. Una faena de menos a más ante un enclasado adolfo al que pudo torear despacio y con tacto.
Suave y con muletazos largos por ambos pitones. La faena cogió mucho vuelo en el final de ésta; donde de Torres soltó la ayuda, para seguir toreando con la muleta. La oreja estaba prácticamente cortada.
Pero la asignatura de matar quedó suspensa. De hecho, llegó a escuchar pitos y terminar su faena en división de opiniones, tras entrar a descabellar al animal sin haber dejado una estocada tras múltiples pinchazos.
En el toro de su alternativa -primero de la tarde- de Torres estuvo solvente y voluntarioso ante el orientado y sin recorrido astado. Donde estuvo a punto de ser prendido por el animal en varias ocasiones. Su firmeza fue premiada con una fuerte ovación.
Román Collado siempre da la cara cuando se enfrenta a este tipo de corridas duras donde ya es un habitual dentro de ellas. Dejó una importante faena al segundo de la tarde donde el valenciano demostró valor, raza y poder.
Estuvo seguro de sí mismo en todo momento y no dudó con la muleta. Tragando cuando había que tragar. Dejando importantes muletazos de mucha profundidad. Pinchó con los aceros y fue premiado con una ovación por parte del respetable.
A su segundo, quinto de la tarde, poco pudo proponerle. Un toro que no debió pasar del tercio de varas ya que tuvo que ser devuelto por inválido. No dando opciones de lucimiento.
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