Para, como es tradición, beber agua de la virgen
Tres años después los botijos vuelven al claustro de la Catedral de Toledo
Los toledanos han vuelto a cumplir un año más con la tradición de beber "agua de la Virgen del Sagrario", patrona de la ciudad, en los botijos que se colocan en el claustro de la Catedral Primada con agua procedente del aljibe del templo.
La tradición de beber "el agua de la Virgen" se remonta al siglo XVII, cuando terminó de construirse la Capilla de la Virgen del Sagrario y los toledanos se refugiaron del calor en el frescor del claustro y bebieron agua.
Así, y después de tres años sin que se pudieran utilizar los botijos por la pandemia de coronavirus con el fin de evitar los contagios, este 15 de agosto han vuelto al claustro los utensilios de barro tradicionales para que pudieran beber de ellos todos los que se han acercado a la Catedral a participar de esta tradición.
Entre los presentes han estado el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, y buena parte de su equipo de gobierno; la exalcaldesa de la Ciudad Imperial, Milagros Tolón; como también la presidenta de la Diputación, Conchi Cedillo, y el delegado de la Junta en Toledo, Álvaro Gutiérrez, entre otros.
Antes de beber el agua de la Virgen, se ha celebrado una misa oficiada por el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, y la procesión con la imagen de la Virgen del Sagrario.
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