Aunque sin botijos, los toledanos cumplen con la tradición de beber agua en la Catedral
Después de dos años, debido a la pandemia, cientos de toledanos han acudido durante este lunes festivo a la Catedral Primada para beber "el agua de la Virgen del Sagrario", patrona de la ciudad.
ero lo han hecho sin botijos, para evitar riesgos de contagios, y en alguno de los 7.500 vasos de plástico que ha dispuesto el Cabildo o en botellas que cada uno ha llevado.
Sin embargo, la tradición pesa. O que se lo digan a Mari Carmen García, toledana residente en el cercano municipio de Bargas, que al enterarse de que este año no podría beber el agua en botijo ha comprado uno, ha tejido a ganchillo, en color violeta, la redecilla para la boca y se lo ha llevado a la Catedral para llenarlo y beber de él.
"Al enterarme de que no había botijos he dicho 'el covid matará a gente o los dejará pachuchitos, pero las tradiciones, sobre todo la de la Virgen, no se van a perder'. Y me compré un botijo, lo adorné y he venido a por el agua".
Esta toledana tiene en su casa botijos, pero son de cerámica y los que usa el Cabildo son de barro sin esmaltar. Por eso fue a comprar uno de este tipo, para llenarlo de agua y ofrecer beber a alguna vecina, si quiere.
El claustro de la Catedral estará abierto entre las 7 de la mañana y las 7 de la tarde para ofrecer agua, pero el grueso de las visitas suele acudir por la mañana. Por la tarde acuden menos toledanos, tal vez algún turista.
Este año, la primera en llegar nada más abrir una sido una veinteañera que salía de trabajar y a la que se madre había dicho que a esa hora ya se podía beber 'el agua de la Virgen'.
A partir de ese momento, el goteo de toledanos ha sido constante: los mayores, más madrugadores; los jóvenes, a media mañana, y también muchas familias que se juntan este día en la Catedral o grupos de amigos como el de Javier Hernández, que ha explicado a Efe que "si se puede, solemos venir todos los años" a cumplir la tradición.
Respecto a que haya vasos en lugar de botijos, ha agregado que "va en opiniones" y la suya es "que el botijo no es lo más contagia", pero "hay que tomar precauciones y ya está".
La Catedral ha dispuesto tres grandes mesas con tres grifos cada una de los que sale agua y ha previsto 7.500 vasos de plástico. Algunos también han criticado, por cierto, que los vasos sean de plástico y no de papel. Y muchos, la mayoría, han echado en falta los botijos.
Este día de la patrona ha habido muchas fotografías y selfies en el claustro, bebiendo o posando junto a los grifos.
La tradición de beber "el agua de la Virgen" se remonta al siglo XVII, cuando terminó de construirse la Capilla de la Virgen del Sagrario y los toledanos se refugiaron del calor en el frescor del claustro y bebieron agua.
El presidente de Castilla-La Mancha, el toledano Emiliano García-Page, ha acudido a la misa en la Catedral y después ha pasado al claustro. García-Page ha felicitado a las Marías y a las Sagrarios y a muchas localidades que celebran este 15 de agosto fiestas.
La alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón, ha señalado que estos dos años han sido "complicados" y "difíciles" pero "poco a poco" vuelve la normalidad y ha agradecido a la ciudadanía que en estos años de pandemia, borrascas o danas han luchado para que Toledo "salga más reforzada".
Por su parte, el vicepresidente de la Diputación de Toledo, Fernando Muñoz, trasladaba a la ciudad los mejores deseos del Gobierno provincial para vivir con intensidad una semana llena de alicientes y participar en los numerosos actos y actividades programadas por el Ayuntamiento de Toledo.
Además de García-Page, Tolón y Muñoz han acudido a cumplir con la tradición, diferentes autoridades de los gobiernos regional, provincial y local, así como representantes de todos los estamentos de la sociedad toledana.
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