Este jueves en el Centro Cultural Rafael Morales
El talaverano Miguel Méndez-Cabeza presenta ‘Aldeas sin perros’, su última novela
El Centro Cultural Rafael Morales de Talavera de la Reina será escenario –este jueves a partir de las 19:30- de la presentación de la nueva novela de Miguel Méndez-Cabeza. Se titula ‘Aldeas sin perros. En las Hurdes que fueron’. La presentación de la obra correrá a cargo de Abraham Madroñal, catedrático de Literatura en la Universidad de Ginebra.
Se trata de un relato sorprendente sobre la supervivencia al límite en las que fueron llamadas “aldeas trágicas” de Las Hurdes, la comarca que conmovió a Buñuel, Unamuno o Gabriel y Galán. Una historia de seres humanos enraizados a una tierra dura y estéril, pero de una gran belleza y generosidad. Una tierra misteriosa y con una cultura llena de mitos y ritos ancestrales.
Se acaba de cumplir el centenario del viaje de Alfonso XIII y el doctor Marañón a Las Hurdes en 1922. ‘Aldeas sin Perros’ es una novela que se desarrolla justo en ese momento y tiene como telón de fondo este histórico viaje. Talavera es también uno de sus escenarios.
El autor pretende poner en valor la dignidad de los habitantes de una comarca que ha sido el símbolo de la pobreza en España pero que, como decía el antropólogo Maurice Legendre, debería más bien considerarse “el honor de España”, por ser la cuna de una gente aferrada a su difícil pero hermoso territorio que hoy día nada tiene que ver con aquella situación de penuria, pero que tampoco debe renunciar a su pasado.
Miguel Méndez-Cabeza ha querido que los diálogos de los jurdanos se desarrollen en su habla, tan peculiar. El libro pretende también sugerir al lector el ambiente de Las Hurdes y sus gentes con viejas y llamativas fotografías de principios del siglo XX.
La opinión de Rafael Cabanillas
Para Rafael Cabanillas, el autor de la exitosa trilogía de ‘Quercus’, dice de ‘Aldeas sin Perros’ que “escribir es sacar a la luz lo que duele. El daño hondo, antes de que se infecte. También lo que te emociona, lo que te sana y enternece. Escribir es dar voz a los mudos, a los silenciados, a los que les extirparon las lenguas y las gargantas. A los olvidados. Los chatarreros del orbe. Los quincalleros celestes. Los desguazadores de todas las miserias estelares”.
“Y se escribe desnudo. Desnudo y huérfano, solo con el alma. Acariciando como plumas blancas o afilando las palabras, igual que se afilan las navajas. Para que se claven en tu corazón”.
“Y eso es, justamente, lo que hace Miguel Méndez-Cabeza con esta apasionante novela que vas a leer sin pestañear. Una novela que le consagra definitivamente como un maestro de la literatura. Literatura de pan y supervivencia. Histórica y viajera. Una novela, además, que se convierte en un símbolo del pueblo hurdano, como símbolo universal de todos los pueblos incomprendidos y abandonados. Cuyas raíces se agarran a la tierra – a una cultura, una lengua, una forma de estar en el mundo, una sangre – como se aferran los brazos a una madre. Aunque te mate de hambre porque no tiene qué darte”.
“Su lectura servirá también para acabar con algunos tópicos sobre Las Hurdes y sus pobladores. Un lugar que visita Alfonso XIII como si viajara a otro continente, donde los aldeanos se exhiben en condiciones inhumanas. Por eso Méndez-Cabeza estaba obligado a escribirla. Para hacer justicia, poniendo la verdad sobre el tablero de la historia, y para devolver a los jurdanos su arrebatada dignidad”.
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