Perea perdió el único trofeo de la tarde
El toledano Ángel Tellez toreó en Madrid limitado por su lesión en el brazo
Alejandro Lara 
Miguel Ángel Perera dejó lo más destacado de la tarde en el cuarto ante un toro importante de El Parralejo en la Feria de San Isidro. No podía fallar con las hechuras y su salida de toriles, ‘Camillero’ de nombre. Nuevamente el aire estuvo presente en la jornada de este lunes y el extremeño tuvo que plantear la faena en el tendido 4.
El temple y la despaciosidad de Perera estuvo marcado por el pitón derecho del animal. Hubo naturales largos y excelsos. Por momentos hubo toro y torero. Quizás le faltó a la faena algo de rotundidad por parte del extremeño y a ello se le sumó el atascamiento con los aceros que le hicieron perder un trofeo.
Con el de José Vázquez tuvo menos opciones aún. El aire soplaba con fuerza y apenas estuvo de ser prendido el extremeño en una de las series donde se le levantó la muleta.
El toledano Ángel Téllez ni activó el plan A ni el plan B. Una tarde sin pena y sin gloria. Tras su percance de Madrid, al día siguiente, volvió a tener otro percance toreando en Orgaz; y lo volvió acusar al mismo brazo donde fue el golpe. Y eso se notó. El toledano no llegó en plenas facultades a la tarde de ayer.
El toro que enamoró a los tendidos y que enamoró a los visitantes del Batán le tocó en suerte al toledano. Pero nos quedamos sin poder verle. Ángel no se entendió ni consiguió.
Con el quinto de la tarde, lo único destacable fue en el tercio de varas donde el caballo fue derribado en dos ocasiones. En la muleta, más de lo mismo. Téllez lesionado puso el nombre y poco más.
Isaac Fonseca confirmaba alternativa. Y lo hacía en autobús. Si, en autobús. Lo han leído bien. Una campaña que arrasó en redes sociales y un buen puñado de aficionados a su llegada a la plaza. Confirmó con el toro de José Vázquez y no con el de El Parralejo. Fonseca estuvo bien colocado durante todo momento y solvente con un toro de José Vázquez al que le faltó algo de fuelle. Desafortunado total con los aceros.
Con el sexto y último que cerraba plaza, en una tarde plomiza y dura, Fonseca quiso levantar los tendidos. Y Fonseca se fue a los medios. Se lo quiso pasar por la espalda el mexicano y el toro se llevó la muleta y se cayó en el ruedo. Quizás el toro se pudo lastimar en ese momento. Pero nuevamente el mexicano volvió a acometer la misma operación.
El prólogo de rodillas en tierra y un pase cambiado por la espalda. Mató con un espadazo de ley pero la petición de oreja no llegó a cuajar.
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