En un artículo publicado por César García Magán
Toledo pide reconocer al cardenal Marcelo como ejemplo de pastores y padre de fieles
Redacción Ahora CLM 
La Archidiócesis de Toledo ha pedido que algún día, no muy lejano, la Iglesia como institución proponga al cardenal Marcelo para que sea reconocido como "ejemplo de pastores y padre de fieles".
Así lo ha reflejado el obispo auxiliar de Toledo y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán, en un artículo titulado 'El cardenal don Marcelo, un padre de la Iglesia contemporánea', con motivo del décimo noveno aniversario de la muerte del cardenal este jueves 25 de agosto.
En el texto, García Magán ha recordado la "gran figura episcopal" de don Marcelo González Martín, "pastor eminente" de la Archidiócesis de Toledo y "modelo encarnado de vida y ministerio de un sucesor de los apóstoles".
Para el obispo auxiliar de Toledo, el cardenal Marcelo "se añade a ese largo elenco de prelados toledanos cuyo ministerio y magisterio han trascendido nuestra Iglesia particular y han sido luz y faro para la Iglesia en el momento histórico en que vivieron".
A su juicio, "supo conjugar armoniosamente su entrega generosa, prioritaria y sin reservas a la Archidiócesis Primada con su compromiso episcopal con otras iglesias particulares y con la iglesia universal".
Además, ha indicado que quienes fueron formados en el Seminario de la época de don Marcelo, escuchaban y palpaban "su comunión indefectible con el Papa y su solicitud para apoyar a otras diócesis y realidades de vida consagrada necesitadas de ayuda para la formación de sus vocaciones", así como que "sentía la responsabilidad de ofrecer presbíteros bien formados a la Iglesia".
De esta manera, García Magán ha considerado que el cardenal Marcelo siempre sintió como "un don y una responsabilidad" el haber sido padre conciliar, como hizo constar en su lápida funeraria.
Por todo ello, el obispo auxiliar de Toledo ha afirmado que cree que don Marcelo "puede ser calificado como un padre de la Iglesia contemporánea, un auténtico apóstol, enamorado de Jesucristo y anunciando siempre la integridad del Evangelio".
En este punto, García Magán ha compartido un recuerdo muy personal que le brindó don Marcelo en un momento significativo de su vida, cuando fue invitado para prestar un servicio directo en la Santa Sede durante el Pontificado de Juan Pablo II, donde le dijo que "el amor a la Iglesia hay que demostrarlo en hechos concretos, no es una frase vacía".
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