Está siendo una buena campaña
La Sierra de San Vicente espera cosechar 300.000 kilos de castañas
La comarca de la Sierra de San Vicente espera culminar la campaña de recogida de la castaña con una producción de 300.000 kilos, lo que supondrá una inversión superior a los 600.000 euros en apenas un mes y medio.
El alcalde de El Real de San Vicente, uno de los municipios de la comarca, Jorge Luis Martín, ha valorado a EFE la importancia de la campaña para la zona, ya que supone “una inyección económica muy grande” en un plazo de tiempo “corto”.
En concreto, ha apuntado que la actual campaña -iniciada a mediados de octubre y que podría alargarse hasta finales de noviembre- se está dando “especialmente bien”, pues las castañas han vuelto a ser “gordas” y, por el momento, no se han visto afectadas por los gusanos.
Así, la producción de los agricultores ha aumentado, pues, en su caso particular, ha pasado de recoger unos 14.000 kilos en la campaña de 2023 a 28.000 en lo que va de la actual.
Ha apuntado que en toda la Sierra de San Vicente hay unas 2.000 hectáreas de castañar, pero algunos ejemplares están afectados por enfermedades como la tinta del castaño o plagas como la avispilla.
“Si consiguiéramos dar solución a esto, podríamos poner en producción otras 1.000 hectáreas”, ha dicho el alcalde, por lo que el impacto económico podría llegar a los 3.000.000 de euros en toda la campaña.
Martín ha recordado que todos los castañares de la sierra son privados, pues todos los años se producen robos y “verdaderos asaltos. Esto no se puede permitir, porque el coste de mantenimiento de los castañares es alto y te cargas la actividad en la zona”, ha añadido.
De esta forma, ha animado a acudir a la comarca a comprar el producto a los propios agricultores, puesto que el kilo de castañas en los pueblos se vende a 2,50 euros, mientras que en los supermercados está “a 6 o 7 euros y encima no son frescas”, ha apuntado el regidor municipal.
También ha destacado que son muchos los turistas que acuden en otoño a la Sierra de San Vicente, llamados por el atractivo turístico y natural de la zona, pero también por la oferta gastronómica y vitivinícola, basada en níscalos, boletus, cordero, ternera y platos hechos con castañas.
El turismo también supone una inyección económica “importante”, pues en El Real de San Vicente, que tiene 100 plazas hoteleras, cada fin de semana acuden unas 80 personas, lo que ha provocado que “la oferta esté aumentando. Va a haber más casas rurales, más pisos turísticos y más apartahoteles, llegando a un aumento de plazas del 30 o 40 por ciento”, ha concluido
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