Tras nueve meses de demora al readjudicarse el contrato a otra empresa
La implantación en Talavera de la Zona de Bajas Emisiones echa a rodar
La Junta de Gobierno Local de Talavera ha aprobado este lunes de forma definitiva la adjudicación y el contrato mixto de obras y suministro para la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el casco histórico de Talavera.
Finalmente es la empresa madrileña Estacionamientos y Servicios SAU la que se ha hecho con la adjudicación con una oferta que cuenta con un presupuesto de 896.235,70 euros (IVA incluido).
Cabe recordar que el 12 de enero de este año ya se anunció una propuesta de adjudicación a favor de la Unión Temporal de Empresas (UTE) Techmotek, al ser la oferta mejor valorada, y contaba con un presupuesto de 1.200.186,30 euros.
Esta resolución provisional fue recurrida por dos de las once empresas que concurrieron a la licitación, cuyos recursos fueron inadmitidos por el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales en sendas resoluciones con fecha 9 de febrero de 2023 y 8 de marzo de 2023, respectivamente.
Más adelante se supo que la UTE Techmotek no había cumplido con todos los requerimientos, al no depositar en plazo la garantía definitiva correspondiente al 5 % del precio final ofertado, por lo que fue excluida de la licitación y su propuso a la siguiente candidata, Estacionamientos y Servicios SAU.
Este acuerdo se adoptó en la Junta de Gobierno Local del pasado 10 de julio de 2023 y no ha sido hasta este lunes cuando se ha aprobado definitivamente una adjudicación, cuyas obras sufren un notable recorte en los plazos ya que pasa de los diez anunciados el pasado mes de enero a los sólo dos que hoy ha trasladado el portavoz del Gobierno municipal, Jesús García Barroso.
El edil ha explicado que la empresa adjudicataria debe realizar un estudio previo a la instalación de la ZBE sobre el impacto de la conciliación de la movilidad de los transportes, tanto públicos como privados.
Cabe apuntar que la implantación de las ZBE es de obligado cumplimiento en municipios con población superior a los 50.000 habitantes, por lo que se deben introducir restricciones al tráfico rodado para mejorar la calidad del aire y la salud de los ciudadanos, además de contribuir a la mitigación del cambio climático.
También, que esta actuación se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que incluyó ayudas gestionadas por el MITMA (Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana) con cargo a los fondos de recuperación Next Generation EU.
Igualmente hay que señalar que Talavera contaba con un presupuesto de 1.358.344,48 euros (IVA incluido) y que las obras deben estar finalizadas antes del 31 de diciembre.
El proyecto
La Zona de Bajas Emisiones de Talavera se va a establecer en el Casco Histórico abarcando un total de 0,625 kilómetros cuadrados, incluyendo la calle Trinidad.
El proyecto inicial contemplaba la instalación de 23 cámaras para el control de acceso a la zona perimetrada para lectura de matrículas; la instalación de 11 paneles informativos que den cuenta a tiempo real del estado del tráfico e incidencias; información sobre el número de plazas de aparcamiento disponibles en la ZBE; así como también la señalización horizontal y vertical correspondiente, el sistema informático que la regulará y 5 estaciones con sensores de edición de la calidad del aire en toda la ciudad.
También se pondrá en marcha un portal web en el que la ciudadanía podrá realizar gestiones de autorizaciones de vehículos que necesiten entrar en la zona delimitada como pueden ser coche de emergencia o residentes y excepciones como la solicitud de un vehículo sin distintivo que necesite entrar en la zona de manera puntual.
En Talavera hay unos 53.000 vehículos de los cuales el 33 % no tiene el distintivo medioambiental (B, C, 0 ó ECO), aunque para 2030 se ha estimado que con las ayudas a la renovación de vehículos no contaminantes la implantación de la ZBE no supondrá un problema ni económico ni de acceso.
El objetivo de la Zona de Bajas Emisiones es contribuir a la mejora del aire medioambiental, contribuir al cambio climático reduciendo la emisión de CO2 promoviendo un cambio así en el trasporte más sostenible, reducir el tráfico y fomentar la eficiencia energética, entre otros.
Va con retraso
La Ciudad de la Cerámica, como la mayoría de municipios obligados a acotar una zona de circulación de vehículos restringida en función de lo que contaminen, no ha cumplido con el plazo del 1 de enero de 2023 para tenerla en funcionamiento.
Y es que sólo 20 de los 149 ayuntamientos obligados a tener una ZBE por tener más de 50.000 habitantes, es decir el 13%, cumplieron con esa fecha que marca la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, aprobada en mayo de 2021, aunque en enero de 2020 ya se contemplaba en la Declaración ante la Emergencia Climática y Ambiental en España.
El principal motivo para incumplir esa fecha ha sido la tardanza en la publicación del Real Decreto de Zonas de Bajas Emisiones, aprobado en el Consejo de Ministros el 27 de diciembre de 2022 y que entró en vigor un día después.
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