A José Julián Gregorio se le está poniendo cara de candidato a la Alcaldía de Talavera
A los pocos días de celebrarse las elecciones autonómicas en Andalucía, tras conocerse la mayoría obtenida por el Partido Popular que llenó de euforia todas las sedes del país-en general- y de Castilla-La Mancha –en particular- , el presidente del PP regional, Paco Nuñez, coincidió con algunos periodistas talaveranos en un acto social e hizo algunas aseveraciones que parece que van tomando cuerpo.
Núñez, tal vez empujado por la bien que le fue a su partido en Andalucía, se mostró convencido que alcanzaría la Presidencia de Castilla-La Mancha, habló de encuestas que así lo decían y hasta dejó caer quién sería el candidato a la Alcaldía de Talavera. Y eso que las nominaciones no se dará a conocer hasta después del verano.
“El candidato a la Alcaldía de Talavera será la persona que esté junto a mí en la próxima visita que realice a la ciudad”, apuntó Núñez a los informadores de la Ciudad de la Cerámica que departían con él. Y en su visita, sin apartarse del propio Núñez, se vio a José Julián Gregorio. Fue la primera muestra de que Gregorio –que sabe lo que es ser concejal, presidente provincial del partido, delegado del Gobierno, asesor en la Diputación y senador- será el candidato del PP a la Alcaldía de Talavera.
Así, últimamente, el propio Gregorio está interviniendo en más ruedas de prensa para criticar, además de a Page como demanda el ideario popular, la gestión de la alcaldesa de la Ciudad de la Cerámica, Tita García. Paco Núñez ha apostado por José Julián Gregorio rompiendo, de un plumazo, las ilusiones de renovación que parecían que habían surgido en el seno de la grey local del PP.
En algunos momentos, como sostiene un veterano dirigente del partido en conversaciones con el que escribe estas líneas, se tuvo la impresión que iba a cristalizar una renovación, que podría erigirse en candidato alguien que no estuviera marcado por el aparato. Se apuntó entonces a Javier Gil, él estaba dispuesto, pero al final todo ha quedado en agua de borrajas.
José Julián Gregorio es un hombre muy apreciado por una militancia que sospecha que no ganará a una rival como la actual alcaldesa porque, entre otras cosas, se le puede dibujar por sus adversarios políticos como el hombre fuerte del aquel cuatrienio negro del Gobierno del desaparecido Gonzalo Lago.
Y es que el veterano dirigente se inclina porque la elección de Gregorio se ha debido más a parar la ascensión de Vox, que amenaza con superar al PP en Talavera, que a obtener la Alcaldía. Eso sí, Gregorio puede ser un hombre de consenso en la militancia y se pueden evitar algunos problemas internos, pero se acaba con algo esencial en política: la ilusión de los posibles votantes.
De todas formas, aún falta la confirmación oficial, pero a Gregorio se le está poniendo cara de candidato. En los comicios de mayo ya hay dos personas del PP que se juegan su futuro político: Paco Núñez y José Julián Gregorio, aunque –en menor medida- también se la juega Carlos Velázquez, el actual presidente provincial de la formación y que no hace mucho tiempo rivalizó con Núñez y sustituyó en el cargo a Gregorio.
La operación Charly
Aunque fue prácticamente ayer, parece que ha pasado mucho tiempo de que culminara la operación Charly que tanto ánimo insufló a la militancia popular de la provincia, especialmente en la zona de Talavera. En el umbral del verano Carlos Velázquez ofreció sus últimas entrevistas a distintos medios y se le notó algo desfondado. Quizá porque él esperaba que cambiar el partido a su idea iba a resultar más fácil.
Debutó como presidente con mal pie. Se enfrentó a siete de sus diputados provinciales y aún siguen abiertas ciertas heridas y eso que ambos bandos hicieron concesiones. De aquella refriega quedaron claros dos parámetros: la fuerza de esos alcaldes diputados y que Velázquez los necesita y más en la época que se avecina, que no es otra que la renovación de las juntas locales más importantes de Toledo y la elección de los candidatos.
Dicen algunos militantes que Carlos Velázquez aspiraba a ser el próximo presidente de la Diputación Provincial, pero estas mismas fuentes sostienen que le ven más como candidato al Congreso o al Senado. Entre otras cosas porque el PP considera que el Gobierno provincial será muy difícil conseguirlo debido a que Vox puede hacerle la pascua en algunas zonas. De ahí se explica que Velázquez públicamente haya tendido puentes a esta formación.
Antes del otoño, el actual presidente provincial del PP únicamente ha renovado dieciséis juntas locales, como el propio Velázquez ha reconocido. Son setenta las alcaldías que ostenta el Partido Popular en la provincia y el objetivo es alcanzar el centenar, pero Carlos Velázquez sabe que esta empresa en difícil, pues el PSOE está muy arraigado en las principales localidades toledanas.
Y para desbancar a los actuales alcaldes de estas ciudades el PP deberá de trabajar mucho y nominar candidatos que atraigan votos y despierten ilusión. Ahí tiene tarea.
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