Cortó la única oreja de la tarde
Tomás Rufo vuelve a poner de pie a Madrid y roza la salida por la puerta grande
El torero toledano de Pepino ha vuelto a ser una vez más el hombre destacado de la tarde en su segunda comparecencia durante la Feria de San Isidro 2022. Tras abrir la puerta grande en la tarde de su confirmación, ha sumado una nueva oreja en la corrida de este viernes. De hecho ha sido la única oreja que se ha cortado en una jornada donde se acartelaba junto a José María Manzanares y la confirmación de Alejandro Marcos.
Una oreja que llegaba en el sexto y último que cerraba plaza. El único animal potable de una decepcionante corrida de la ganadería de El Puerto de San Lorenzo/La Ventana del Puerto. Hubo momentos francamente buenos donde el de Pepino destacó con su toreo al natural. Largos y hondos, y poderoso en los pases de pecho.
Madrid se volvía a poner en pie y se entregaba al torero toledano. Lo mejor de la faena llegó por medio de su mano diestra. Se volcó con la espada al entrar a matar y la plaza era un clamor pidiendo la oreja para Tomás. Y el pañuelo blanco asomo desde la presidencia. Pero el público quería más.
Quería la segunda. Una segunda oreja que nunca llegó; y que Tomas no necesitaba. Porque algunas veces vale más una oreja de peso que dos orejas excesivas. Porque Rufo tiene material para ser figura del toreo. Mejor dicho, ya lo es.
Al primero de su lote poco pudo hacerle. Un animal inválido y que se caía en cada tanda a pesar de que Rufo lo cuidó con suavidad en todo momento en su muleta. Con los palos volvió a destacar y a desmonterarse, Fernando Sánchez.
José María Manzanares no tuvo su mejor tarde, ni mucho menos, en Madrid. Aunque su lote tampoco acompañó mucho. A su primero le tuvo que estar constantemente cambiando los terrenos y ajustándose en la muleta. Buscando ese ritmo que nunca llegó a encontrar. Lo pasaportó de una gran y efectiva estocada que hizo que el toro rodase a los instantes.
Su segundo tuvo una embestida lenta. Manzanares lo sometió a base de temple. Dejó dos cambios de mano francamente buenos y que pusieron a rugir Madrid. Pero más allá de eso, no hubo mucho más que destacar. Sorprendentemente estuvo desafortunado con la espada hasta en dos ocasiones donde pinchó al animal.
Alejandro Marcos, que confirmaba alternativa, tiene alma de torero diferente. El salmantino posee un corte clásico, torea bien y despacio. Con personalidad. A su lote le faltó fuerza ya que apenas llegaban con opciones de triunfo en su muleta.
A pesar de ello, Alejandro dejó destellos de su toreo y fue descubierto por muchos aficionados que desconocen el toreo de este joven de Salamanca. Quizás no fue la confirmación soñada pero hay mimbres de torero. Eso sí, con la espada debe de entrenar más. Donde estuvo francamente mal en ambos toros.
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