Despedida al primer gran campeón del ciclismo español
Reconocimiento generalizado a la figura de Federico Martín Bahamontes
Los restos mortales del exciclista Federico Martín Bahamontes fueron inhumados en la tarde de este miércoles en el cementerio de Toledo, tras un funeral que se ha celebrado en la Catedral Primada, al que han asistido familiares, amigos, compañeros de profesión, aficionados al ciclismo y numerosas autoridades.
El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, ha oficiado el funeral junto a parte del cabildo catedralicio, en una ceremonia religiosa a la que han asistido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez; el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor; la presidenta de la Diputación de Toledo, Conchi Cedillo; y los exciclistas Miguel Induráin, Pedro Delgado y Carlos Sastre, entre otros. Horas antes pasaba por el velatorio el ministro de Cultura y Deportee, Mikel Iceta.
Los restos mortales de 'El Águila de Toledo' fueron trasladados desde esa capilla ardiente montada en la Sala Capitular del ayuntamiento de Toledo en un coche fúnebre del que colgaban cuatro coronas enviadas por el Tour de Francia, la Vuelta a España, la Federación Española de Ciclismo y la de la familia de Martín Bahamontes, que falleció este martes en Valladolid a los 95 años.
A su paso, el coche fúnebre ha recibido los aplausos de aficionados que se encontraban en la plaza del Ayuntamiento, que separa la Casa Consistorial de la Catedral, que se han repetido cuando se ha introducido en el templo el féretro, que iba cubierto con las banderas de Toledo y de España.
En la ceremonia religiosa, el arzobispo de Toledo se ha referido a las virtudes que atesoraba Federico Martín Bahamontes, que según el prelado hacen que "hoy todo el mundo recuerde a esta figura colosal", en particular por "tantas y tantas hazañas en la montaña".
Las virtudes que tuvo en vida hacen que el dolor por su muerte se mezcle con la alegría de saber que era "una persona muy entrañable", ha considerado el arzobispo primado de España, que ha resaltado el "pundonor y la fe" del exciclista, que era "trabajador, esforzado y capaz de vencer lo que fuera y de llegar hasta el final".
Son unos valores que hoy en buena medida se han perdido y que él mostraba, ha apuntado Cerro, que ha catalogado a Martín Bahamontes como una "persona excepcional", que logró casi todo lo que puede conseguirse en el ámbito deportivo y que "después de muchas metas volantes ha llegado a la meta final".
También García-Page ha elogiado la figura de Martín Bahamontes, al que tuvo "la suerte y el honor" de tratar en numerosas ocasiones cuando fue alcalde de Toledo, ciudad de la que es Hijo Adoptivo el exciclista nacido el 9 de julio de 1928 en la localidad toledana de Santo Domingo-Caudilla, aunque residió la mayor parte de su vida en la capital de la provincia.
García-Page ha valorado que Bahamontes "era toda una personalidad con la bicicleta", aunque ha matizado que no se considera el más indicado para glosarlo pero es una virtud que "salta a la vista", pero también como persona, ya que era un hombre "tremendamente emprendedor e hiperactivo", que puso de manifiresto mucha capacidad de trabajo hasta que tuvo una edad muy avanzada.
"Siempre ha estado al pie del cañón", organizando eventos deportivos especialmente relacionados con el ciclismo y participando en ellos, ha subrayado el presidente de Castilla-La Mancha, que entiende que el homenaje que se le ha hecho a Martín Bahamontes tras su muerte "es muy merecido".
Tres ganadores del Tour
Como hemos avanzado, los exciclistas Miguel Induráin, Pedro Delgado y Carlos Sastre, ganadores del Tour de Francia, han asistido este miércoles en Toledo al funeral y entierro de Federico Martín Bahamontes, el deportista que abrió el camino de las victorias españolas en la carrera francesa, al ganarla en 1959.
Miguel Induráin, ganador cinco veces del Tour de Francia, ha destacado este miércoles que siempre congenió bien con Federico Martín Bahamontes, aunque tenían estilos distintos y caracteres diferentes.
Antes de visitar la capilla ardiente instalada en el Ayuntamiento de Toledo y de asistir al funeral celebrado en la catedral toledana, Induráin ha comentado que tenía relación con Martín Bahamontes desde el año 1984, cuando vino a correr por primera vez la Vuelta Ciclista a Toledo, en la que ganó varias etapas.
En este sentido, ha reconocido que entre los dos había bastantes diferencias, tanto en el ámbito deportivo porque tenían estilos diferentes (Bahamontes más escalador y el más rodador) como en el ámbito personal, porque su carácter era distinto: el suyo más tranquilo y el del toledano más "explosivo".
"Pero congeniábamos bien", personalmente tenían una buena relación, ha asegurado el exciclista navarro, que ha añadido: "Nuestros caracteres era diferentes, pero nos apañábamos y combinábamos bien".
Además, Bahamontes "siempre daba consejos, que si el aire, que si el moverte en los abanicos, que si el calor", ha rememorado Induráin, que ha ironizado: "Siempre daba su punto de vista, luego si le hacías caso bien, y si no pues tampoco le importaba".
Por su parte, Pedro Delgado ha declarado al término del funeral: "Se nos ha ido Bahamontes, se ha ido Fede, pero bueno es ley de vida", y ha dado las gracias a la ciudad de Toledo y a los aficionados al ciclismo "que han venido a darle su último adiós".
En este sentido, ha considerado que "conociendo a Fede" cree que le hubiera gustado despedirse así "con la capilla ardiente en el Ayuntamiento y con el último adiós en la catedral".
Asimismo, ha afirmado que "como ciclista hay pocas cosas que decir: era un crack, como dicen ahora, un campeón y un escalador puro", que además tenía "ese genio y esa personalidad muy particular, que hacían que la gente vibrase con él en todo momento, tanto para bien como para mal".
Y ha subrayado: "Fue un rival muy duro para sus adversarios y al final nos ha dejado cientos de anécdotas, porque su manera de correr era muy especial".
También ha asistido al funeral Carlos Sastre, que antes de entrar a la capilla ardientes ha asegurado a los medios de comunicación que para él "es un orgullo poder acompañar en este último día a Federico Martín Bahamontes".
Sastre ha hecho hincapié que, junto a la sensación de tristeza por su pérdida, "nos queda el recuerdo de una persona entrañable, que se hizo a sí mismo y que hizo lo que quiso hacer y de la manera que lo quiso hacer", lo que a su juicio "es lo más bonito".
"Nos quedan los recuerdos, esos momentos", ha señalado el exciclista abulense, que ha apuntado que para él la figura de Bahamontes es especial, porque según ha dicho: "Tuve la suerte de compartir con él muchos momentos, y durante el Tour y durante las carreras más importantes, siempre tenía esa llamada suya para darme un consejo".
En el terreno profesional, ha recalcado que "fue ese ciclista que nos abrió la puerta al resto de españoles a poder brillar fuera de España".
Al respecto ha valorado que "tanto él como otros corredores de su generación tuvieron un camino difícil" pero que su genio, su carácter, y su forma de ser les permitió "abrir esas puertas y allanar el camino a los que a los que hemos llegado después".
Tras el funeral celebrado en la catedral, los restos mortales de Federico Martín Bahamontes han sido llevados hasta el cementerio municipal de Toledo, donde ha sido enterrado el primer español que ganó un Tour de Francia, y que desde su fallecimiento ha recibido el reconocimiento de deportistas, instituciones, aficionados al ciclismo y entidades de distinto tipo.
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