Con carta de descontento mediante

Las hijas de la feminista toledana Pizqui devuelven el premio del 8M

Las hijas de la feminista toledana Pizqui devuelven el premio del 8M
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Ana y Ángela, hijas de María del Carmen Calvo Cirujano ‘Pizqui’, referente de la lucha feminista en la ciudad de Toledo, han decidido devolver el premio otorgado a su madre durante la pasada conmemoración del 8M, Día Internacional de la Mujer.

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Una decisión que han tomado por coherencia y respeto a su madre “porque en ningún caso habría aceptado un premio de las manos del fascismo y de quien pacta con ellos”.

Por eso, y por todo lo que rodeó a la ‘entrega’ del premio ‘Toledo con nombre de mujer’ como una de las mujeres impulsoras del Consejo Local de la Mujer.

La devolución de la distinción la han realizado a la par que registraban una carta dirigida al alcalde de la Ciudad Imperial  en la que explican lo vivido en el seno de su familia desde que se conoció la concesión.

En ella refieren que no fueron invitadas a la gala de premiación que tuvo lugar el pasado 8 de marzo en el salón de actos del Hospital Nacional de Parapléjicos.

Una gala en la que reconocen que se mencionó el nombre de su madre, aunque no “aparece en el vídeo alusivo ni en los artículos relacionados con este acto”.

También ha reflejado en el escrito que el galardón “nos lo entregó en la calle una persona ajena al Ayuntamiento y a mi familia, que acudió al acto y a la que se le dijo que este era para nuestra madre.

La misiva concluye con un ruego: “Le pedimos (al Ayuntamiento) que en lo sucesivo se abstengan de usar a nuestra madre para blanquear su gobierno que muy lejos queda de lo que ella como mujer y como feminista habría querido para las ciudadanas de Toledo.

La carta

A continuación transcribimos literalmente la carta registrada en el Ayuntamiento de Toledo y firmada por las hijas de Pizqui.

Señor alcalde de Toledo, D. Carlos Velázquez Romo:

Nos dirigimos a usted en relación con el premio que el pasado 8 de marzo, al parecer, se le otorgó a Mª del Carmen Calvo Cirujano (nuestra madre).

A pesar de haber sido nombrada en el acto y de haber previsto un galardón para ella, no aparece ni en el vídeo ni en los artículos relacionados con este acto como ls sexta mujer que participó en la elaboración de los estatutos del Consejo Local de la Mujer, una vez más han intentado borrar el nombre de una valiosa mujer de la historia de nuestra ciudad. Este es el principal motivo de nuestra carta.

En primer lugar señalar que para la entrega de dicho premio nadie de la corporación municipal ni del Ayuntamiento se puso en contacto con nuestra familia para comunicarnos que tendría lugar ese acto, a pesar de que la concejala Dña. Marisol Illescas dispone del teléfono particular de una de nosotras y nos consta que se lo volvió a pedir a una persona allegada a nosotras. Decirle que Mª del Carmen Calvo Cirujano tiene 2 hijas y 1 hijo, 4 nietos, 1 nieta y una biznieta, así como 2 hermanos y 2 hermanas que podían haber ido a recoger este premio en caso de considerarlo oportuno su familia, por lo que lo correcto habría sido informarnos y que nosotros tomáramos la decisión que nos pareciera. El galardón nos lo entregó en la calle una persona ajena al Ayuntamiento y a mi familia, que acudió al acto y a la que se le dijo que este era para nuestra madre.

Por otro lado, señalar que nuestra madre, a la que todo el mundo conocía como ‘Pizqui’, en ningún caso habría aceptado un premio de las manos del fascismo y de quien pacta con ellos, porque si algo hizo durante toda su vida fue luchar por los derechos y libertades que sólo la democracia puede garantizar. Ella colaboró activamente y aun a riesgo de su propia libertad con los que soñaban con la democracia durante los años 70. En los años 80 denunció, ante un Tribunal de Derechos Humanos, las torturas infligidas a una colaboradora del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaro, en Uruguay, durante la dictadura. No era de las que esperaban a que las cosas pasaran, ella participaba desde donde le era posible para que los derechos humanos llegaran a todos y todas.

Tampoco aceptaría recoger ningún reconocimiento de quienes pactan con los negacionistas de la Violencia de Género y han decidido eliminar la Concejalía de Igualdad. Ella luchó activamente contra la Violencia de Género, fundando la Asociación de Mujeres María de Padilla cuando aún nadie hablaba de Violencia de Género, y porque se reconocieran los derechos de las mujeres. Para ella, una de las formas de lograrlo era que en las instituciones existieran estamentos dedicados exclusivamente a este fin y que interfirieran de manera transversal en las políticas que tanto desde los ayuntamientos como desde la Comunidad Autónoma se realicen. Por eso, ella creía imprescindible no solo que existiera una Concejalía/Consejería de la Mujer (y no de igualdad), sino que impulsó y participó en la redacción de los estatutos del Consejo de la Mujer, que es el motivo de este reconocimiento. Este Consejo nació con la finalidad de que los distintos Gobiernos Municipales tuvieran acceso a las inquietudes, reivindicaciones y propuestas de las mujeres de nuestra ciudad, representada por las distintas organizaciones y asociaciones de mujeres, compuestas por mujeres, y representadas en el Consejo por mujeres. Y no sólo para que estas organizaciones y asociaciones acompañen al alcalde o a la concejala de turno en los actos institucionales del 8 de marzo y del 25 de noviembre. Quizás el mejor reconocimiento a las mujeres que participaron en el Consejo en sus inicios sería devolver la voz a las que hoy participan en él.

Si por algo es conocida la trayectoria vital de Pizqui es por su lucha por los derechos de las mujeres. Ella entendía que el primer derecho que se nos debía garantizar a las mujeres era el de decidir sobre nuestros propios cuerpos y la maternidad. Dedicó muchos esfuerzos a facilitar la educación sexual y métodos anticonceptivos a las mujeres con las que trabajaba, además de la información y el acompañamiento a las que decidían abortar siempre de una manera segura, aunque no fuera legal en aquel momento. Para Pizqui las subvenciones a Red Madre y el apoyo e incluso el impulso a esas organizaciones que quieren terminar con este derecho a decidir, tan necesario para que las mujeres sean dueñas de sus proyecto de vida, sería más que suficiente para haber rechazado un premio como el que se le otorgó el pasado 8 de marzo.

Sinceramente creemos que por todo ello el mejor homenaje que como hijas y convencidas feministas podemos hacerle a Pizqui Calvo Cirujano es devolverles hoy, en su nombre, el galardón y esta carta que haremos pública con el único fin de que se conozca la verdad de los inicios del Consejo Local de la Mujer, inicios en los que Pizqui Calvo Cirujano participó, y como se dijo en el acto, sin ella el Consejo Local de la Mujer de la ciudad de Toledo no habría sido posible.

Le pedimos que en lo sucesivo se abstengan de usar a nuestra madre para blanquear su gobierno que muy lejos queda de lo que ella como mujer y como feminista habría querido para las ciudadanas de Toledo.

Fdo.: Ana Miranda Calvo. Fdo.: Ángela Miranda Calvo.

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