Una herramienta para todos aquellos que padecen cáncer

El profesor Manuel Daza presenta en Toledo su libro ‘Se me olvidó’

El profesor Manuel Daza presenta en Toledo su libro ‘Se me olvidó’
Fernando Jou, Manuel Daza y Marisol Illescas.
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La Asociación Española contra el Cáncer en la provincia de Toledo ha presentado el libro ‘Se me olvidó’, escrito por el profesor y psicólogo Manuel Daza, enfermo de cáncer que ha querido compartir “una experiencia vital, un verdadero motivo de esperanza y de recuerdo para mirar hacia adelante”, como relató la concejala de Asuntos Sociales, Inclusión, Familia y Mayores del Ayuntamiento de Toledo, Marisol Illescas.

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El acto de presentación, que se ha desarrollado en la Sala Capitular del Consistorio toledano, ha contado con la introducción de la edil, quien ha agradecido al autor que “se hubiera puesto delante de unas páginas en blanco para plasmar sus emociones, estados de ánimo, con una mayor o menor introspección, para compartirlo con el lector en primera persona”.

Así, ha puesto de manifiesto que una de las responsabilidades del Ayuntamiento con esta Asociación es la de reivindicar investigación, implicarse como administración y velar por los mejores cuidados a los enfermos y a quienes quieren ayudar a los demás.

En este sentido, Illescas también se ha referido a la faceta de cuidadores que tienen muchos ciudadanos, a quienes “a veces se nos olvida aceptar, y este libro también sirve para superar esa barrera importante”, invitando a normalizar e integrar el cáncer como realidad que debamos afrontar en determinados momentos que servirán de ayuda a quienes lo sufren.

Por su parte, el presidente de la Asociación Española contra el Cáncer en la provincia de Toledo, Fernando Jou, ha dado las gracias a Manuel Daza por lo que está ayudando con este libro a tantas personas, “una herramienta preciosa a cuantos lo están pasando mal”.

En referencia a todas las personas que a lo largo de su vida habrán padecido un cáncer, casi un 40 % de toda la población, ha indicó que gracias a la donación de los beneficios a la Asociación, que gestiona en toda España 104 millones de euros destinados a proyectos de investigación para mejorar la vida de los pacientes con cáncer.

En concreto, ha aprovechado el acto para dar a conocer que por vez primera la Asociación de Toledo gestionará un proyecto exclusivo directamente. Además, otra cantidad de las donaciones se dirigen a los pacientes, a los familiares y a una parte a veces desconocida, la ayuda psicológica.

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Un momento de la presentación del libro.
Un momento de la presentación del libro.

En este marco, se ha refirido a lo que puede suponer este libro, “como herramienta fundamental para situaciones adversas en la vida, para los abismos que presenta”. Por ello, ha felicitado a Manuel Daza, dado que a su entender “no podemos malgastar nuestras fuerzas en auto lamentarnos”, como dice en el libro y anima “a concentrar las fuerzas en el ánimo y trasladarlo a quienes lo pueden estar pasando mal”.

Para Manuel Daza, encontrarse con el público toledano, acompañado de amigos y familiares, ha resultado “reconfortante”, al comprobar que se abren tantas puertas cuando se atraviesa “un bache irregular”.

Ha recordado que “cada palabra y cada página fueron un viaje de evasión en mitad de un tratamiento duro, un lugar de refugio, de escondite donde poder sacar hacia afuera tantos momentos malos”.

Así, ha descrito al libro como “confidente, una obra donde me he desnudado en un proceso psicológico en el que al principio escondía la enfermedad, porque me costaba decir la palabra cáncer”, ha reseñado.

De esta forma, ha precisado que nunca pensó en escribir un libro, ya que empezó recopilando pensamientos y relatos que, a modo de reflexiones, fueron tomando esa forma y, una vez en contacto con una editorial, fue consciente de que sus experiencias se iban a convertir en algo más.

Un libro corto, de fácil lectura y ocho capítulos, resumen un proceso en el que Manuel Daza no se ha separado de las aulas, en el que ha abordado temas aparentemente insignificantes que se convierten en la rutina pero que se detienen cuando llega la noticia de una enfermedad.

Al final, el trabajo es un ejercicio de tolerancia a la frustración ante una circunstancia como la enfermedad, con la que te puedes parar a reflexionar que se han olvidado demasiadas cosas”, ha concluido.

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