La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) apoya la denuncia registrada este jueves 13 de junio ante el Defensor del Pueblo por el conjunto de trabajadores del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Toledo (HUT).
Los profesionales de ámbito sanitario de este Servicio relatan que “desde que hace unos tres años comenzó a funcionar el nuevo hospital, la situación laboral para los trabajadores y la situación asistencial para los pacientes no ha dejado de empeorar”.
CSIF ha denunciado en numerosas ocasiones la situación que sufre la plantilla y que afecta a la ciudadanía con constantes colapsos que provocan retrasos en la atención asistencial, el aumento de pacientes a la espera de ingreso hospitalario y una sobrecarga enorme en los trabajadores.
De acuerdo al escrito, se incumple el Decreto 45/2019, por el que se garantizan el derecho a la información, el derecho al acompañamiento y los tiempos máximos de atención en los servicios de urgencia hospitalaria del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ya que no se han tomado “acciones eficaces para resolver el problema”.
Asimismo, también se refleja ante el Defensor del Pueblo importantes deficiencias en materia de prevención de riesgos laborales, ya que tras la constitución de un Grupo de intervención para la evaluación del riesgo psicosocial de Urgencias “no se ha vuelto a convocar por decisión unilateral de la Gerencia del hospital, disolviéndolo pese a las peticiones de continuidad realizadas por trabajadores y organizaciones sindicales. Actualmente, ha quedado olvidado este aspecto”.
También se refieren importantes problemas para la docencia y formación, ya que “no se proporciona una docencia de calidad, lo que podría condicionar la formación de los futuros profesionales”.
Por último, CSIF también alude a que esta situación, además de una falta de programación y de medidas que palien la saturación por parte de la Gerencia, deriva de los graves problemas que sufre la Atención Primaria, incapaz de hacer frente a la demanda asistencial por la falta de recursos. A ello se suma que con la llegada del verano, el cierre de plantas, la falta de profesionales y la ausencia de un Plan de Contingencia, la situación sólo puede ir a peor.
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