La inscripción original, tallada en piedra con caligrafía cúfica, se remonta al siglo X
Ya luce en la Alcazaba de Talavera la réplica de su placa fundacional
La inscripción con caligrafía cúfica que refiere la fundación de la Alcazaba de Talavera ya luce en la torre de la muralla en la confluencia de la calle Carnicerías y la Roda del Cañillo.
Este martes se ha procedido a la puesta de largo de la placa, que es una réplica de la original, depositada en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
Y es que esta inscripción tallada en piedra fue donada por el Ayuntamiento de Talavera a la Academia de la Historial en 1768.
Fue el Centro Asociado de Talavera el que propuso esta iniciativa para recuperarla y financiarla, en el marco del 50 aniversario de la fundación de la UNED.
La concejalía de Patrimonio, que ostenta el arqueólogo Sergio de la Llave, acogió con los brazos abiertos este proyecto que este martes se ha concretado con la donación y colocación en la torre de la muralla.
De la Llave ha estado presente en un acto que ha presidido el rector nacional de la UNED, Ricardo Mairal, y que ha contado con la presencia del director del Centro Asociado talaverano, Enrique Martínez de la Casa, y del teniente de alcaldesa, Luis Enrique Hidalgo.
La reproducción, que se han realizado sobre el original tallado en piedra, tiene como finalidad que la muralla vuelva a lucir este hito fundacional.
La placa
La piedra labrada original está datada en el año 357 de la Hégira (967 de la era cristiana) y perteneció a una torre mandada construir por el califa Al-Hakan II.
La inscripción dice: “En nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso/mandó construir esta torre el siervo/ de Dios Al-Hakam al-Mustansir bi’llah/ Emir al-Mu’minin cuya vida Dios guarde/ bajo la dirección de su cliente y caid/ Maysur ben al-Hakam/ se terminó con el auxilio de Dios y su ayuda. / Y esto fue en la luna de Ramadán/ del año siete y cincuenta y trescientos”.
La escritura está realizada con caligrafía cúfica, considerado el más antiguo tipo de escritura en idioma árabe.
La réplica es idéntica a la original en un 99,9 por ciento ya que, según las indicaciones del Ministerio de Cultura, ésta debe ser un 10 por ciento inferior en tamaño a la original.
Esta réplica se ha llevado a cabo mediante un proceso de digitalización y toma de datos mediante fotogametría, lo que ha permitido la obtención de un modelo 3D.
A partir de ese modelo, se ha realizado un molde que se ha rellenado con resina y polvo de mármol, llevando a cabo un acabado y coloreado para dar antigüedad a la pieza.
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