Por los asesinatos de la familia Pino Fernández y de José Ángel de Jesús Encinas
Trasladan a cárceles vascas a los etarras que llenaron de dolor Talavera de la Reina
EFE - AhoraCLM 
Instituciones Penitenciarias ha acordado el traslado a prisiones del País Vasco del exdirigente de ETA Francisco Javier García Gaztelu, alias Txapote.
Txapote es el autor intelectual del atentado que le costó la vida al guardia civil talaverano José Ángel de Jesús Encinas en Sallent de Gállego (Huesca) el 20 de agosto de 2000.
El que fuera jefe militar de ETA, que desde hace más de un año cumple pena en la prisión madrileña de Estremera, acumula penas que superan los 500 años de prisión por, entre otros asesinatos, los de Miguel Ángel Blanco, Fernando Buesa y su escolta, Jorge Diez Elorza, Fernando Mújica, Gregorio Ordóñez o el del propio José Ángel.
Además, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco han autorizado el traslado de otros once reclusos a centros penitenciarios de Euskadi, entre ellos el de Aitor Aguirrebarrena Beldarrain, alias Peio.
Aguirrebarrena, que será trasladado desde la cárcel de Villabona en Asturias, fue condenado a 75 años de prisión por su participación en el atentado cometido Sallent de Gállego en el que murieron José Ángel de Jesús Encinas y su compañera de patrulla Irene Fernández Perera.
También fue condenado a 33 años por el asesinato del funcionario de prisiones Máximo Casado Carrera el 22 de octubre de 2000 en Vitoria; a 23 años de prisión por la explosión en julio de 2000 de una furgoneta bomba junto al cuartel de la Guardia Civil de Agreda (Soria), que causó heridas a una mujer y numerosos daños; y a 31 por el atentado cometido el 10 de septiembre de ese año en una discoteca de Deba (Guipúzcoa).
Henri Parot, el autor material del asesinato de la familia Pino Fernández
Además, otro exdirigente de ETA como Henri Parot también será acercado a centros penitenciarios de Euskadi desde la cárcel de León, en la que ingresó el 7 de abril de 1990.
Parot fue el encargado de conducir y aparcar un coche cargado con 18 kilos de amonal en un callejón aledaño a la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza.
Poco después de las 6 de la mañana del 11 de diciembre de 1987, Henri Parot accionó el dispositivo detonador por control remoto y salió corriendo.
La explosión derrumbó parcialmente el cuartel y segó la vida de once personas, entre ellas las del matrimonio formado por el sargento de la guardia civil José Julián Pino Arriero y su esposa María del Carmen Fernández Muñoz, y la de su hija Silvia, de tan sólo 7 años.
Entre los 88 heridos se encontraban los otros dos hijos mayores de la pareja, Víctor y José María, que en homenaje a su padre pertenecen hoy en día a las fuerzas de seguridad del Estado.
José Julián y María del Carmen habían nacido en Alcaudete de la Jara y en el pantano de Cíjara, respectivamente, pero se criaron en Talavera, donde volvían siempre que podían.
Hoy, un monumento en la rotonda confluencia de las avenidas de la Constitución y Juan Carlos I de Talavera les recuerda a todos ellos.
La AVT lamenta acercamientos sin arrepentimiento ni colaboración
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) lamenta esta nueva "oleada" de acercamientos de etarras, "entre los que se encuentran algunos de los más sanguinarios", y recuerda que ya sólo quedan 45 presos fuera de las cárceles del País Vasco y Navarra.
"Asesinos en serie como Henri Parot o Txapote van a cumplir lo que les quede de la condena en prisiones cerca de sus familias, sin haber mostrado un ápice de arrepentimiento ni haber colaborado con la justicia jamás", asegura en un comunicado la AVT, que reconoce que esta decisión "ha sido un nuevo mazazo" para las víctimas.
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