Para una vida digna: igualdad laboral, igualdad salarial y justicia social
Redacción Ahora CLM 
En este país la precariedad laboral sigue teniendo rostro de mujer. Los contratos precarios llevan nuestro nombre. Los contratos parciales llevan nuestro nombre. Somos las que hacemos camas a 3 euros la hora, las que recolectamos fresas en condiciones de semiesclavitud, las que realizamos gratis todo ese trabajo de cuidados tan necesario del que el sistema no quiere responsabilizarse, somos las que sufrimos una brecha salarial, en esta provincia del 27%, somos las pensionistas que en esta provincia cobran casi 264 euros menos al mes que los hombres.
Todas ellas somos: las kellys, las temporeras, las mujeres racializadas y trans que sufren discriminación laboral por su condición, las madres que hacen malabares para con sus precarios sueldos sacar solas a sus hijos e hijas adelante, somos las mujeres del mundo rural haciéndose hueco en sectores masculinizados, somos las estudiantes luchando contra el cambio climático.
Somos las que han dicho BASTA. Basta a este sistema patriarcal y capitalista que nos explota como mujeres y como trabajadoras. Y no sólo hemos dicho basta, también nos hemos organizado para acabar con la desigualdad.
Nos hemos organizado para exigir protocolos de contratación ciegos que evite que se nos discrimine por nuestra condición de mujer, por nuestro aspecto, edad o raza.
Nos hemos organizado para tener un nuevo sistema económico, que no se base en la distribución sexual del trabajo. Queremos un nuevo modelo productivo que ponga la vida en el centro de nuestra economía, con todo lo que ello implica.
No podremos decir que vivimos en una sociedad avanzada, mientras la mitad de la población cobre menos que la otra mitad por el simple hecho de su género. No podremos decir que vivimos en una sociedad avanzada, mientras las mujeres pensionistas tengan que sobrevivir en lugar de vivir debido a lo escaso de sus pensiones.
A las mujeres nos sobran motivos para salir a la calle a reivindicar nuestros derechos que cada día son pisoteados.
No podremos decir que vivimos en un mundo igualitario mientras haya mujeres viviendo en esta situación.
Seguimos apoyando las movilizaciones de las compañeras de la limpieza en Castilla la Mancha 15.000 trabajadoras y unas 150.000 en todo el territorio español, en lucha para negociar sus convenios colectivos caducados desde finales de 2021 con unos incrementos salariales que les permitan afrontar la grave pérdida del 12,4% del poder adquisitivo.
La patronal ASPEL y las patronales provinciales del sector han bloqueado cualquier incremento salarial superior al 2% anual (las trabajadoras piden el 4% anual); se han negado a incluir una cláusula de revisión salarial que garanticen el mantenimiento del poder adquisitivo. La patronal está dilatando, durante meses, las negociaciones para desgastar a las trabajadoras y a sus familias. Unas patronales cicateras, machistas y depredadoras que siguen despuntando en una de las más antiguas patologías empresariales: la explotación. Patronales lloronas y pedigüeñas con el Estado que precarizan los trabajos y los salarios de las mujeres a costa de unas ganancias últimamente inéditas.
Que se siga considerando nuestro trabajo gratuito, se mal pague y se devalúe es una trampa más de este sistema capitalista depredador. La Huelga Feminista tiene como eje laboral central la defensa del trabajo y los salarios dignos. El conflicto de las trabajadoras de la limpieza es un ejemplo de la lucha de las mujeres y de la lucha feminista.
Somos la resistencia por todas ellas: por las que vendrán, por las que están, por las que no están y por las que peligran; nosotras seguiremos trabajando para conseguir un mundo en el que todas las personas tengamos igualdad de derechos y para defender los ya conseguidos. No vamos a dar ni un paso atrás.
¡Viva la lucha feminista!
¡Viva el Primero de Mayo!
Plataforma 8M de Toledo
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