El extremeño Emilio de Justo salió por la puerta grande
El torero Tomás Rufo corta la primera oreja de la Feria de San Isidro de Madrid
A la segunda ha sido la vencida. Y no ha hecho falta esperar a la tercera como suele ser el refrán. Y es que Emilio de Justo abrió la puerta grande de Las Ventas en la tarde de este jueves. Una puerta grande, por cierto, muy criticada por la afición al ser algo excesiva. Más cuando hablamos de dos orejas en el mismo toro con una estocada algo defectuosa.
Por otro lado, el toledano Tomás Rufo, natural del pueblo de Pepino, cortó la primera oreja de San Isidro 2023 al tercero de la tarde.
Lo que está claro que el de Garcigrande fue un gran toro. Uno de los toros importantes que seguro que quedarán presentes en este San Isidro. El viento y los papelillos determinaron a Emilio de Justo donde tenía que hacer la faena -que al igual que en su primer toro y el toro de Tomás- tomó los terrenos del tendido 7.
Emilio no se lo pensó un momento. Genuflexo le bajó la mano con poderío por doblones al de Garcigrande de tú a tú y con poderío en la muleta.
Bravo y con humillación en la muleta ‘Valentón’ de Garcigrande ante un Emilio de Justo poderoso. Aún algo mermado por sus limitaciones físicas pero esta vez poderoso y haciendo un esfuerzo sobrehumano. Lo mejor llegó por el pitón derecho del toro. Hubo derechazos con mucho poder y a cámara lenta.
La faena fue de menos a más y caló en los tendidos. Eso sí, debería de haber calado con cordura por parte de la presidencia. Dos orejas y puerta grande para el extremeño que se debió de quedar en una por la colocación de la espada.
Tomás Rufo no se arrugó para nada en el primero de su lote. Corría el tercero de la tarde en Las Ventas donde Tomás sin pensarlo dos veces se echó rodillas en tierras allá por los tendidos del 5. El de Garcigrande era noble y tenía humillación, por lo que el diestro de Pepino lo vio claro y lo quiso aprovechar desde el primer momento.
Los mejores momentos de la muleta llegaron con la mano derecha donde corrió al toro y le templó con sus muñecas. Hubo un muletazo con aroma al de Sevilla, por lo similar que fue. Un espadazo en todo lo alto le otorgó la primera oreja de San Isidro 2023.
Con el sexto y último de la tarde, Tomás poco pudo hacer y vio como desde su salida de toriles no era un ejemplar que le fuese a dar posibilidades para abrir la puerta grande.
Morante de la Puebla, tras cosechar su histórico rabo en Sevilla 52 años después, era el hombre esperado en la tarde de ayer. El hombre que en parte tiene la culpa de haber colgado tres ‘No hay billetes’ en la plaza de toros de Las Ventas. Pero Morante ayer no apareció, sino llega a ser por el terno de estreno que presentó.
Le tocó en suerte para abrir la tarde, un toro que fue sentenciado en redes, desde que se dieron a conocer las primeras imágenes. Ya os imagináis como termino aquello cuando salió de toriles. Pero más allá de ello, el de Garcigrande estaba vacío por dentro. No tenía nada y Morante abrevió de forma correcta. Bajo los sonidos de viento.
Aunque si de viento hablamos, más viento hubo en el cuarto de la tarde, donde Morante de la Puebla escuchó una sonora pitada. El de La Puebla del Río ya salió con la espada de matar en su muleta. Y volvió a abreviar. Y Madrid volvió a pitar.
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