Novillada con picadores de las fiestas patronales en honor a San Bartolomé
Miguel Andrades triunfa con Miura en Añover de Tajo
No todos los días se cortan tres orejas a la mítica ganadería de Miura y ayer era un día de esos. El novillero jerezano, Miguel Andrades, llegaba a la localidad toledana de Añover de Tajo dispuesto a comerse la tierra del albero para triunfar con la novillada con picadores en el marco de las fiestas patronales en honor a san Bartolomé, y así acabaría siendo.
Andrades vino como hay que venir a las novilladas. A entregarse y a dar el todo por el todo; no como otros de sus compañeros acartelados junto a él en la tarde de ayer.
Miguel Andrades
El jerezano con su grana y oro plantado en el albero en una lucha entre David y Goliat -por la diferencia de estatura entre novillo y novillero- puso patas arriba los tendidos de Añover con su primer novillo al que le cortó las dos primeras orejas de la tarde.
Solvente y variado con el capote dejó lances a su primero de Miura y condujo a este con torería hacia el caballo. Dejó un solvente tercio de banderillas para delirio de los espectadores.
Con la muleta tuvo un inicio por bajo donde dejó un gran trincherazo al novillo de Miura. El de Zahariche estaba corto de motor y dificultaba las embestidas en la muleta pero Andrades a base de meterse en él; sacó pases de uno en uno de mucho mérito. La diferencia de alturas durante la faena era abismal. No se dejó nada dentro y a punto estuvo el Miura de echarle mano en dos ocasiones. Cortó dos orejas -premio al conjunto de su faena- a pesar de que la espada cayó algo baja a la hora de entrar a matar.
El sexto y último que cerraba plaza -segundo novillo de su lote- le cortó otra oreja. Un animal de Miura que fue premiado por su bravura. Ya lo demostró en el tercio de varas donde no dio tiempo a colocar el caballo en suerte y este se arrancó hacia él. Posteriormente iría dos veces más al caballo desde larga distancia.
‘Huevero’ demostró su bravura y Andrades estuvo firme con él donde volvió a dejar grandes muletazos. Mató a la segunda tras pinchar una estocada en todo lo alto.
Kevin de Luis
Hay veces que para estar, es mejor no estar. O esa sensación daba Kevin de Luis en la tarde de ayer. Una tarde sin penas ni glorias por parte del novillero y su cuadrilla, privando al público de poder ver a dos novillos.
Volvió con el traje impoluto hacía el hotel y la cuadrilla estuvo muy desafortunada en todo momento durante los tercios de banderillas y sus pasadas en falso. Para querer ser torero, hay que querer serlo…
Miguel Zazo
El toledano de Las Ventas con Peña Aguilera Miguel Zazo lidió otro de los novillos más interesantes de la tarde pero que a la vez nos quedamos sin verle. Fue el primero de su lote que hacía de segundo de la tarde. Un novillo de Miura que aparentemente no presentaba ninguna dificulta en la muleta pero Zazo estuvo ausente y perdido en la faena. Dejó un espadazo en todo lo alto con habilidad pero no fue suficiente para que este cayese y terminara por atascarse con el descabello.
Con el quinto de la tarde -segundo de su lote- poco más que decir.
La ficha
Plaza de Toros de Añover de Tajo (Toledo). Casi tres cuartos de entrada para presenciar la novillada con picadores del programa de las fiestas patronales de San Bartolomé.
Ganado de Miura muy bien presentado y encastado. A destacar el sexto novillo de la tarde.
Kevin de Luis, de grosella y oro: silencio y silencio.
Miguel Zazo, de gris plomo y oro: silencio y leves pitos.
Miguel Andrades, de grana y oro: dos orejas y oreja.
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