Tres sirios y un marroquí
Cuatro detenidos en Madrid y Toledo niegan que financiaran a retornados de Siria del Dáesh
Tres ciudadanos sirios y un marroquí detenidos entre 2019 y 2020 en las provincias de Madrid y Toledo han negado en el juicio que financiaran a yihadistas desplazados a Siria para combatir en las filas del Dáesh con el fin de que retornaran a sus países de procedencia, sobre todo de Europa, para continuar con su actividad.
La Audiencia Nacional ha iniciado este lunes el juicio a estos cuatro acusados, dos de ellos detenidos en Madrid y los otros en la localidad madrileña de Fuenlabrada y en la toledana de Yuncos, para los que el fiscal pide diez años de prisión por el delito de financiación del terrorismo y para dos de ellos además otros tres por el de falsedad.
En su escrito de acusación, el fiscal les acusa de estar relacionadas con una red que hacía llegar dinero a personas relacionadas con Dáesh en los campos de retención Al Hol y Al Roj de Siria mediante un método conocido como ‘hawala’, es decir por medios opacos no declarados en los que el dinero se movía a través de una cadena de colaboradores principalmente con entregas "mano a mano".
Según mantiene el fiscal "ante la pérdida de poder territorial de esta organización en territorio sirio uno de los objetivos de esta red era conseguir el retorno de los combatientes a sus países de origen para continuar en ellos las actividades terroristas".
Uno de los acusados, M.A., ha declarado que es un abogado sirio que ha residido en Madrid desde que llegó a España en abril de 2018 con su mujer y sus siete hijos huyendo de la guerra de Siria como refugiados a través de Naciones Unidas.
M.A. ha negado que financiara a persona alguna relacionada con Dáesh y ha asegurado que es víctima de los terroristas, que le han secuestrado y encarcelado varias veces.
"Huí de Siria por la guerra, estuve cinco años y medio refugiado en Líbano y he venido a España buscando justicia y un futuro para mis hijos", ha manifestado.
Ha asegurado que como era abogado, familiares y amigos que estaban en Siria, Turquía o Líbano le pedían ayuda para gestionar envíos de dinero, pero ha insistido en que nunca envió cantidad alguna a personas vinculadas a Dáesh.
Preguntado por 3.300 euros en metálico que le fueron incautados en su domicilio del barrio madrileño de Vallecas cuando fue detenido en mayo de 2019, ha señalado que tenía dinero porque vendió su casa y un coche cuando estuvo en Líbano antes de viajar a España.
Los hermanos sirios S.S. y A.S., detenidos en Madrid y Yuncos, respectivamente, han negado también las acusaciones.
El primero ha dicho que llegó a España en 2013 y que los movimientos de dinero que realizó estaban relacionados con su negocio de compra de camiones para su desguace y venta de las piezas de los mismos.
El segundo ha dicho que llegó a España en septiembre de 2015 cuando tenía 17 años y que fue arrestado en una nave industrial de un polígono de Yuncos cuando se dedicaba a la compraventa de piezas de camiones.
El acusado marroquí A.E.G. ha explicado que es conductor de VTC y que vive en su domicilio de Fuenlabrada desde hace dieciséis años, donde fue detenido en noviembre de 2020.
Uno de los policías encargado de la investigación ha testificado que los acusados realizaron "miles de transacciones de dinero a la zona de conflicto destinadas a personas que pertenecían al Dáesh" y ha añadido que "casi todas querían regresar a Europa".
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