A vueltas con el AVE
En estas últimas semanas, se han venido publicando artículos de opinión, en distintos medios, sobre la implantación de la segunda estación de alta velocidad en Toledo. Pues bien, partiendo del amplio interés suscitado, por parte del ciudadano toledano, en conocer cuál sería la mejor opción para la ubicación de la estación ferroviaria de la línea de alta velocidad Madrid-Extremadura a su paso por Toledo, el debate se enmarca en un interesante dilema.
Como ingeniero de caminos, me gustaría ofrecer mi opinión y presentar una serie de propuestas sobre la construcción de una nueva estación ferroviaria o la ampliación de la actual emplazada en el Paseo de la Rosa. Cuestiones que, creo firmemente, deberían ser analizadas en detalle en el estudio informativo, actualmente en redacción.
La ingeniería civil, por fortuna, no es una ciencia exacta y por ello permite ofrecer a discusión distintas alternativas que, valorando múltiples variables, permitan seleccionar la opción más adecuada mediante la elaboración de matrices multicriterio. La alternativa o alternativas seleccionadas deberán analizar no solo el trazado y las diferentes soluciones constructivas sino también, y con un peso relevante, la futura explotación del servicio ferroviario de la citada línea de alta velocidad, atendiendo a facilitar las conexiones de esta línea ferroviaria con las que ya se encuentran en servicio o en explotación.
Entrando ya en materia, mi propuesta de construcción de una nueva estación ferroviaria para la ciudad de Toledo debería estar ubicada en el tramo de la línea de alta velocidad Madrid-Andalucía más cercano al barrio residencial del Polígono y en ese punto se produciría la conexión entre la línea Madrid-Andalucía con la línea Madrid-Extremadura.
Esta ubicación se considera indispensable, pues facilitaría que los ciudadanos de Toledo pudieran optar por utilizar el trayecto Madrid- Extremadura, conectado con Talavera de la Reina, el trayecto Madrid-Andalucía conectado con las ciudades de Ciudad Real y Puertollano el Andalucía-Levante conectado a través de Cuenca.
Es decir, este emplazamiento permitiría enlazar Toledo con cuatro importantes ciudades de la región: Talavera de la Reina Ciudad Real, Puertollano y Cuenca - actualmente ya existen servicios ferroviarios de alta velocidad que unen la Comunidad Valenciana, sin parar ni pasar por las estaciones de Atocha o Chamartín, con la Comunidad Andaluza-.
Por tanto, la nueva estación ferroviaria se convertiría en un nudo vital para la vertebración del sistema de alta velocidad en Castilla La Mancha.Y, por supuesto, también quedaría inmersa en un eje transversal ibérico de alta velocidad desde el Levante español, cruzando Castilla La Mancha, hasta llegar al Occidente extremeño y lusitano.
No olvidemos la certeza que un nudo ferroviario de estas características atraerá la llegada de nuevos visitantes, desde otras comunidades autónomas, a la ciudad Imperial.
En cuanto al distanciamiento de esta nueva estación con parte de la ciudad de Toledo, mi propuesta sería el estudio para la implantación de servicios ferroviarios-lanzadera desde la actual estación neomudéjar.
Sin embargo, la otra opción consistente en la ampliación de la actual estación aporta la enorme ventaja de ubicarse prácticamente en el centro demográfico de la ciudad y, sin género de dudas, sería la opción más cómoda para el ciudadano de Toledo, siempre que se aseguren, al menos, las frecuencias actuales de los servicios Avant.
Además, su ejecución es factible como ya apuntó la Demarcación del Colegio de Ingenieros de caminos canales y puertos en las alegaciones presentadas dentro del periodo de información pública del estudio informativo de noviembre del año 2020. En dicho documento se optaba por la alternativa denominada cuarta, que sucintamente consistía en la ejecución de una estructura singular salvando el río Tajo y seguidamente del soterramiento de la línea bajo las instalaciones deportivas del Salto de Caballo, del barrio de San Antón y la autovía TO-21, para ya, a cielo abierto, dirigirse a la población de Torrijos.
Estoy plenamente convencido que la ingeniería del siglo XXI es capaz de ofrecer una solución estructural sobre el río Tajo que dé respuesta, junto con los inherentes criterios funcionales, a las aportaciones provenientes de las administraciones, instituciones y entidades competentes en materia paisajística.
Llegado a este punto, me permito dejar abiertas ambas opciones a fin de que el amable lector imagine cuál de ellas estima más acertada, considerando la posibilidad de recorrer desde Toledo la península Ibérica a bordo de un tren de alta velocidad utilizando el nuevo enlace ferroviario o valorando la cercanía a su domicilio de la actual estación que tendría además la funcionalidad de línea pasante hacia Extremadura.
Francisco Rodríguez Montón es vocal de la Junta Rectora del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en Castilla-La Mancha
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