Son muchos los lectores de Ahoraclm.com que se han dirigido a esta redacción para denunciar la, según ellos, “nueva chapuza urbana y vegetal que se ha perpetrado en la calle Corredera del Cristo de Talavera”.
Todo, tal y como demuestran las fotografías que ilustran esta información, por la total ausencia de alcorques de protección en los árboles ubicados en determinados tramos de esta céntrica vía urbana talaverana.
Como puede observarse en dichas instantáneas, el cemento opresor ha ocupado el lugar de los alcorques, el elemento urbano destinado a limitar el espacio natural en un entorno pavimentado y, así, acondicionar un espacio para la plantación de un árbol o arbusto.
El concepto como tal, es el agujero en sí, aunque por muchos es conocido como aquel material u objeto que cubre dicho espacio.
Los alcorques se implantan por dos motivos: primero, para reservar un espacio natural para plantar un árbol y, opcionalmente, cubrir ese espacio para evitar la caída de los peatones en el hueco y, segundo, para impedir una compactación excesiva de la piedra, ya que si se compacta mucho, la ventilación radicular de las raíces desaparece.
Esta última función es la menos conocida por la mayoría de la población, aunque no por eso deja de ser menos importante.
Elementos urbanos necesarios
Las dimensiones del alcorque determinan el tamaño del árbol a plantar y siempre deben ser lo suficientemente amplias, para permitir el desarrollo correcto del tronco”.
Tal como informa Enric Pericas, director de elementos urbanos de Escofet 1886, los alcorques han sido unos elementos urbanos necesarios desde que se incorporó el arbolado de alineación, en los proyectos de urbanización del espacio público de la ciudad burguesa de la Europa de principios del siglo XIX.
Las ordenanzas municipales de Barcelona, por ejemplo, establecieron que el espacio mínimo para plantar un árbol y, por tanto, del acondicionamiento del alcorque, debe ser de un metro cuadrado para permitir su ventilación radicular.
No obstante hay que recordar que el Ayuntamiento de Talavera ha comenzado a reordenar la calle Corredera del Cristo, uno de los puntos neurálgicos de la actividad comercial y hostelera de la ciudad. para permitir a los hosteleros colocar más mesas útiles y dar viabilidad a sus bares y restaurantes, a la par que facilitarán el tránsito de peatones, tanto de posibles clientes, vecinos, turistas o circunstanciales.
Entre las actuaciones que se están acometiendo, se ha comenzado por eliminar los espacios de aparcamiento de vehículos de la zona azul junto a la muralla, retirar los alcorques elevados, de manera provisional, y nivelar la calzada.