El consejero de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández, ha dicho este jueves que abrir el nuevo hospital de Toledo sería una “aventura” por la falta de personal y de respiradores que existe en la actualidad debido a la crisis sanitaria por el coronavirus.
Durante su comparecencia en la comisión de Sanidad de las Cortes regionales, que se ha celebrado por videoconferencia, Fernández ha asegurado que la nueva infraestructura sanitaria de la capital castellanomanchega, que estaba prevista inaugurarla en el mes de abril con la presencia de los reyes de España, “no está preparada para atender a los pacientes”.
Por ello, ha indicado que si lo que pretenden los partidos políticos que así lo han demandado es que sea utilizado como “sitio de campaña” el nuevo hospital, “no hay profesionales en el país para dar esa respuesta”.
De hecho, ha indicado que “solo hay que mirar lo que está pasando en la Comunidad de Madrid, que no encuentra profesionales”, además de que ha agregado que Castilla-La Mancha no tiene respiradores suficientes.
Llevar respiradores de otros hospitales
“No podemos aventurarnos a poner a los profesionales en sitios no preparados más allá del edificio”, ha insistido, para sostener que tendrían que llevarse allí los respiradores que en estos momentos hay en los hospitales Virgen de la Salud, Parapléjicos, Tres Culturas y el Hospital Provincial que “están funcionando bien”.
No obstante, Fernández ha asegurado que el sistema sanitario regional ha seguido dando respuesta en la capacidad de sus instalaciones a la situación generada por el COVID-19, con la contratación de más de 1.500 profesionales -entre nuevos contratos, jubilados, estudiantes y recién licenciados-, pero que deben trabajar “intramuros” dentro de los centros sanitarios, ha sentenciado.
