Un año más, un grupo de valientes desafiaba al frío en el tradicional Baño Invernal en la Laguna Grande de Villafranca de los Caballeros. En esta ocasión y como ya sucediera hace dos años, los bañistas han tenido que utilizar barreños y el agua de una cisterna municipal para cumplir con esta tradición, ante la pertinaz sequía que padece este paraje natural, Reserva de la Biosfera desde hace ya varios años.
Aunque prácticamente durante toda la mañana lucía el sol, el frío protagonizaba esta jornada lúdico-reivindicativa con la que, además de recibir al nuevo año, también se pretende llamar la atención sobre la situación que sufre este complejo lagunar, único en La Mancha.
En este sentido, el alcalde de Villafranca, Julián Bolaños, manifestaba que con este baño “queremos visualizar nuestro humedales, ponerlos en valor y mucho más aún en estos años en los que la sequía ha conseguido que prácticamente se sequen”.
Por ello, para 2020 Bolaños reclama agua para las lagunas. Una demanda que, por otra parte, pasa no sólo por la necesaria llegada de abundantes lluvias, sino también por la revisión de los Planes de Cuenca en los que el Ayuntamiento de Villafranca espera que se les tenga en cuenta. De momento, han sido ya varias las reuniones que han mantenido con el Gobierno regional para intentar buscar una solución.
Sea como sea, en el Baño Invernal 2019 los vecinos y vecinas de Villafranca han lanzado un llamamiento para que “este oasis manchego pueda recuperar su esplendor”. “Es nuestra seña de identidad”, corrobora el presiente del Club de Atletismo Las Lagunas, añadiendo que “es muy lamentable verlas en este estado”.
Tras el remojón, todos los participantes pudieron entrar en calor con un buen caldo ofrecido por la Casa Rural Santa Elena. El evento contó también con la colaboración de Grupo de Voluntariado Medioambiental Las Laguna y Protección Civil.
Junto al alcalde, que un año más no dudó en participar en el chapuzón, asistían también los concejales Juan José Gómez Chacón, Miriam Brasero y Sagrario Cervantes.
