El Ayuntamiento de Toledo ha asegurado que el posible vertido de gasoil en los torrentes subterráneos de agua cercanos a la Catedral no afectará a este suministro durante la fiesta de la Virgen del Sagrario, cuando es tradición beber esa agua en botijos que se sacan al claustro del templo.
Así lo ha manifestado este lunes a los medios de comunicación, el concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Juan José Pérez del Pino, quien ha informado de que la Patrulla Verde de la Policía Local de Toledo, en colaboración con los Servicios municipales de medio ambiente, están actuando para identificar la procedencia de este vertido, que aún no está confirmado por el Consistorio.
“Cuanto lo tengamos localizado, procuraremos acotarlo”, ha indicado del Pino, y ha incidido en que “no hay ningún problema” con el agua de la Catedral, aunque ha confirmado que el miércoles se llevará a cabo un nuevo control para asegurar la salubridad de este agua y “que siga siendo milagrosa”.
Control
El concejal de Seguridad Ciudadana ha destacado en este sentido, que los técnicos “tienen protocolizado” el control del agua mediante los parámetros químicos oportunos y los niveles que garanticen su potabilidad.
Al parecer, la llamada del propietario de un inmueble de la zona alertó el pasado martes de la existencia “de un líquido denso, de color marrón y con un fuerte olor” que había comenzado a llenar uno de los tres pozos que existen en un local cercano a la Catedral de Toledo.