La tercera conferencia del ciclo organizado por el Centro Asociado y el Colectivo Arrabal con motivo de los centenarios de la Revolución Rusa y la I Guerra Mundial ha tenido a la mujer como protagonista.
En ambos acontecimientos históricos, las mujeres contribuyeron al esfuerzo bélico de los contendientes que tuvieron que utilizar todos los medios a su alcance para lograr la victoria en el campo de batalla y una de esas bazas fue la introducción de la mujer en la cadena de producción bélica.
Así lo ha expuesto Oliva Blanco, miembro del Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense, quien se detuvo en el episodio que las mujeres protagonizaron entre febrero y octubre de 1917 en Rusia y que culminaron con la abdicación del zar y la revolución soviética.
Blanco ha destacado que fueron las mujeres las que el 8 de marzo de 1917 comienzan el movimiento revolucionario en Petrogrado de forma espontánea y sin preparación ni respaldo debido a las pésimas condiciones de la población.
La ponente fue presentada por el profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, Benito Díaz.