Una rampa dotará de una mejor accesibilidad a la ermita de la Virgen de la Cabeza, una obra que acaba de concluir y que era muy demanda “desde hace años” por los miembros de la Hermandad.
La actuación en La Cabeza, ejecutada por el Taller de Empleo, ha contado con la participación de cinco alumnos, más dos profesionales de la especialidad de albañilería y ocho alumnos de soldadura más un profesional. Además, han participado peones contratados como albañiles a través del Plan de Empleo.
Los trabajos han consistido en la realización de una rampa en tres tramos, pegada al muro de poniente del patio de la ermita. Dos de los tramos tienen cada uno algo más de nueve metros de largo y el más pequeño sobrepasa los ocho metros. A ellos hay que sumarle los descansos, que también se han ejecutado en pendiente, toda ella con un desnivel que no llega al 10%.
Muro
El muro se ha ejecutado en ladrillo revocado en piedra de la misma tonalidad que la ermita. La rampa está en su totalidad hueca, para así poder aprovechar su espacio interior, cerrándose con una reja. La totalidad de la rampa está exenta del muro, dada la baja calidad del mismo.
La barandilla es de forja y pletina en los elementos decorativos, apareciendo cruces en determinados momentos como alegoría al conjunto. Las dimensiones de las diferentes piezas se aproximan a los cuarenta metros lineales. El coste de los materiales invertidos asciendes en hierro a 3.500 euros y los de albañilería a 4.800. Los trabajos se han extendido a lo largo de mes y medio, entre septiembre y octubre.
