El alcalde de Escalona, Álvaro Gutiérrez, ha inaugurado la nueva oficina de turismo que se ha ubicado en un emblemático edificio como es la Torre del agua, situado en el centro histórico y desde donde se atenderá a los visitantes y promoverá la riqueza turística de la localidad y de la provincia de Toledo.
Una nueva infraestructura “muy importante para Escalona cuyas puertas abrimos con mucha ilusión” y con la que el Gobierno municipal confirma “su apuesta por el turismo como elemento dinamizador para nuestro pueblo, creador de riqueza y empleo”, tal y como destaca Álvaro Gutiérrez.
El alcalde ha resaltado su compromiso y el del equipo de Gobierno municipal con Escalona, con su historia y con su destacado patrimonio monumental y natural “que hemos sabido conservar y queremos seguir aprovechando como elemento dinamizador del turismo en nuestra localidad”.
Inversión de 30.000 euros
La apertura de la oficina de turismo, que forma parte de la red de puntos de información turística que la Diputación de Toledo acaba de poner en marcha, ha supuesto una inversión de 30.000 euros que ha permitido la rehabilitación y adaptación de la Torre del Agua que desde ayer va a tener una nueva vida después de cien años de historia, ya que fue construida a principios del siglo XX como depósito de agua.
Además, se encuentra situada en uno de los lugares más visibles de la villa, rodeada de los edificios históricos más relevantes y su nuevo papel como sede de la oficina de turismo la va a convertir en centro permanente de actividad y contribuirá a dinamizar el nuevo espacio que se va a ir creando en torno a los Miradores del Alberche, donde se encuentra situada.
La nueva oficina de turismo forma parte del Plan Estratégico de la localidad cuyo proyecto ‘La corte de los prodigios. Tras la huella de un mundo legendario’ precisamente tiene como punto de arranque de su recorrido la Torre del Agua y los Miradores del Alberche.
Este proyecto, ‘La corte de los prodigios’, es una iniciativa lanzada por el Ayuntamiento de Escalona que propone revivir el mundo que se desarrolló en torno al castillo de la localidad a lo largo de algo más de 200 años al final de la Edad Media, cuando llegó a convertirse en la cabeza del Estado señorial más importante de Castilla.
