viernes, 26 abril 2024
- Publicidad -

Las peores horas de Jaime Ramos

El alcalde de Talavera, Jaime Alberto Ramos Torres, está viviendo las peores horas al frente de la alcaldía de la Ciudad de la Cerámica. Hasta ahora, el presidente de la corporación municipal talaverana había bandeado los problemas que le acuciaban, con más o menos éxito, pero ahora se le ha echado encima el de la instalación de la futura gasolinera al lado del colegio público Pablo Iglesias.

Curiosamente, en este centro –en las últimas elecciones municipales- el candidato más votado fue el propio Jaime Alberto Ramos, que obtuvo 1.542 votos; mientras el PSOE logró 1.284, Ganemos 562 y Ciudadanos 385. Pero ayer a mediodía se pudo comprobar que ahora, después de la posible instalación del surtidor de combustible, no cuenta con tanto apoyo.

EMILIO OKTengo curiosidad por ver cómo este sobreviviente de la política local sale de ésta. Ramos fue capaz de subsistir al incendio que desalojó de la Plaza del Pan al Gabinete Carriches, no pereció ante el aparato local dirigido por Carmen Riolobos, aguantó el tipo ante el empuje de José Francisco Rivas y no murió ante las maniobras orquestadas por su propia formación en los pasillos de la Diputación Provincial.

Por ello, el actual alcalde de Talavera es un hombre que siempre se ha mantenido a flote en este difícil teatro de la política. En los últimos tiempos estaba superando obstáculos muy importantes. Ha sido capaz de sacar adelante el presupuesto municipal, regatear a las críticas de la oposición y hacer de ese catálogo de proyectos irrenunciables para Talavera una bandera que le sirve de escudo porque aún la ciudad vive abrazada a ese victimismo enfermizo, como bien le gusta decir al excamarada José María Domínguez.

Pero ahora, Jaime Alberto Ramos ha chocado con el pueblo. Valientemente, aunque este gesto ha sido harto criticado en las redes sociales, acudió a la concentración en contra de la posible instalación de la gasolinera y hasta tomó la palabra. Pero los manifestantes no le creyeron, le increparon y le mostraron su desconfianza. Vio, en vivo y en directo, como los que allí estaban esperaban un gesto de él y que acabara de un plumazo con el problema, algo que no es tan fácil.

Ramos bajó a la arena. Estuvo codo con codo con la oposición, que le quería tirar a los leones, y trató de transmitir tranquilidad, pero no sé si lo consiguió.

Lo cierto y verdad es que el alcalde tiene en sus manos una patata muy caliente y de aquí puede depender su futuro político en la ciudad. Además, ahora se podrá comprobar que clase de equipo de gobierno tiene a su lado. Él dice que su gabinete es muy político y ha llegado la hora de dejarlo patente. Jaime Alberto Ramos tiene una nueva oportunidad de demostrar que es capaz de sobrevivir a las condiciones más adversas. De no ser así, habrá muerto no por no saber tomar iniciativas en estos tiempos difíciles sino, simplemente, por no ser capaz de evitar al instalación de una gasolinera.

También a Antonio Bienvenida le mató una vaquilla y no un toro. Nunca se sabe dónde está el peligro.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad