Linchamiento público, acoso sistemático, golpe de estado, sinvergonzonería, palmeros, sarta de mentiras, asamblea secuestrada, ilegítimo y antidemocrático fueron algunas de las gruesas acusaciones escuchadas durante las casi tres horas y media del acalorado debate que la pasada noche suscitó la propuesta de revocación de Miguel Angel Sánchez como concejal de Ganemos Talavera. Buena parte de ellas fueron lanzadas por los defensores del edil, entre los que destacó la figura de Sonsoles Arnao, portavoz municipal de la formación.
Con 34 votos frente a 13 y 1 abstención, finalmente la mayoría de los presentes decidía no entrar a votar una revocación entre cuyos promotores se encontraban los otros dos concejales de la coalición, Juan Pedro Ayuso y Carmen Aceituno, evidenciándose con ello el conflicto latente desde hace meses en el seno del Grupo Municipal y entre distintos sectores de la coalición.
Ni conciliación, ni consenso
Por este motivo, algunas voces abogaron por la conveniencia de abrir vías de diálogo y mediación a través de las que intentar limar asperezas, conciliar posturas y reconducir la situación en beneficio del proyecto político de Ganemos Talavera. Sin embargo, en lugar de apaciguarse, los ánimos se fueron caldeando más y más hasta que la sesión hubo de ser levantada sin acuerdo alguno entre las partes y con el sentir entre los críticos a Sánchez de que la asamblea había sido “reventada”.
Hasta llegar a ese punto, los impulsores de la revocación defendieron su legitimidad y presentaron un documento con el argumentario contra Miguel Angel Sánchez basado en incumplimientos del programa electoral, del código ético y de acuerdos de la Asamblea y el Plenario de Ganemos, buena parte de ellos ya referidos por este diario a lo largo de los últimos meses.
Así pues, entre los cargos expuestos se encontraba la donación de parte del sueldo municipal a la Plataforma del Tajo y el Alberche en lugar de Atafes, la abstención en la moción sobre la igualdad de la mujer, la entrada en la Basílica del Prado tras el último Cortejo de Mondas, admás de su participación como concejal en los actos del Día de la Constitución, haber afirmado ante la Asamblea “ir por libre” y no respetar el protocolo de finanzas.
Como el resto de proponentes, Juan Pedro Ayuso y Carmen Aceituno ratificaron el cuestionamiento “político, no el personal ni el trabajo” de Sánchez. Por su parte, Sonsoles Arnao le mostró “todo el apoyo” y solicitó que la petición fuera retirada, advirtiendo que no solo se basaba en “una sarta de mentiras”, sino que no respetaba el derecho de defensa al carecer del respaldo de un procedimiento reglado por no disponer Ganemos del protocolo que articule la revocación de sus cargos públicos. Al mismo tiempo, avisaba que ello suponía la ruptura del Grupo Municipal y por extensión amenazaba la continuidad de la coalición.
Según lo dicho, tras el largo debate la mayoría de los presentes decidieron ni tan siquiera entrar a votar la revocación mientras el aludido sólo rompió su silencio en la recta final de la Asamblea para defender su labor en el Ayuntamiento y pedir sin éxito que el asunto “se resuelva aquí y ahora para que no siga más tiempo en la picota por acusaciones como estas”.
Igualmente, Sánchez demandó a los que todavía permanecían en el Agora Ganemos “cordura, madurez y altura de miras” para “recuperar el espíritu con el que nació este proyecto y trabajar todos juntos por Talavera”.
