domingo, 14 enero 2024
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Homenaje a José Luis Reneo en su querido Ruiz de Luna

Justo diez años después de su muerte, el Museo de Cerámica Ruiz de Luna de Talavera de la Reina ha recordado esye sábado a un hombre polifacético, culto, generoso, entusiasta y apasionado, que siempre defendió al Museo, la cerámica, la cultura y Talavera, y que falleció cuando apenas tenía 48 años: José Luis Reneo.

Estos adjetivos, entre otros, los han aportado a Efe Rafael García Serrano, que durante dos décadas fue director del Museo de Santa de Cruz de Toledo y del Museo de Cerámica de Talavera, antes de dirigir el Museo del Traje de Madrid; Ángel Sánchez-Cabezudo, doctor en Historia del Arte y coleccionista y experto en cerámica, y la Asociación de Amigos del Museo de Talavera que Reneo fundó.

El poeta Antonio del Camino, uno de los participantes en el homenaje.

Un pequeño grupo de amigos de Reneo se ha reunido en el Museo -coincidiendo con el décimo aniversario de su fallecimiento- para rendirle un homenaje y recordarle con poesía, música, flores y, por supuesto, cerámica. Todo lo que él amó.

“Un hombre culto y polifacético, y generoso. Que ponía energía y entusiasmo en todas las cosas, y más concretamente en lo relacionado con el Museo, el mundo de la cerámica y la ciudad de Talavera”, ha señalado García Serrano.

En 1992 Reneo animó a cuatro personas fundar con él la Asociación de Amigos del Museo de Cerámica de Talavera, un museo que en ese momento seguía cerrado porque hasta 1996 no se abrió en la sede que hoy se conoce, el antiguo convento de los agustinos.

En aquel museo recién abierto, de titularidad estatal pero con la gestión transferida a la Junta de Castilla-La Mancha, apenas había posibilidad de hacer actividades con la “mínima por no decir casi nula” ayuda de la administración, ha explicado García Serrano.

Ese fue el “vacío” que cubrió la Asociación de Amigos, y fundamentalmente el “alma” del colectivo, que fue Reneo.

Desde que en febrero de 1996 el Museo abrió sus puertas la Asociación de Amigos comenzó a trabajar para que tuviera actividad y también para difundirlo, de modo que ese mismo año hubo dos grandes exposiciones, a las que siguieron Quijotes y Sanchos en 1997, 4.000 años de historia cerámica en Talavera y Puente en 1998 o las cerámicas de Picasso en 1999, por citar algunos ejemplos.

Reneo, en Lisboa, junto a la estatua del escritor Fernando Pessoa.

“El alma y en buena medida el patrocinio y el mecenazgo lo puso José Luis”, ha señalado el director del Museo de Cerámica hasta el año 2008, ya que “con los escasos medios de la administración hubiera sido “imposible” acometer las actividades que se impulsaron y exhibir el Museo y su cerámica fuera de Castilla-La Mancha, en Badajoz o Muel (Zaragoza) por ejemplo.

Uno de las facetas de Reneo fue la de coleccionista, de cerámica pero también de otras muchas piezas singulares, ya fuera una máscara africana o un facsímil porque “todo lo que se relacionaba con la cultura y el arte le interesaba”, ha apuntado el exdirector del Museo.

En este sentido, Sánchez-Cabezudo ha agregado que sus colecciones eran un “reflejo de su personalidad” y de su “gusto” hacia las cosas con “personalidad”, y ha resaltado que Reneo viajaba mucho y siempre aprovechaba para “buscar” cerámica o se dejaba atraer por algún objeto singular.

La Asociación de Amigos ha resaltado de él su capacidad de empatizar y de aproximarse a círculos sociales “muy diferentes”, su generosidad y su capacidad para imaginar, proponer y poner en marcha proyectos. 

José Luis Reneo falleció el 20 de octubre de 2008, a los 48 años, y un año después se colocó una placa de cerámica en el Museo en recuerdo de su compromiso cultural. 

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