Talavera ha visto incrementar aún más su población dado que la pareja de cigüeña blanca que anida en el monumento de la rotonda de Los Leones ha tenido tres cigoñinos.
Es la primera vez que esta pareja consigue completar su ciclo reproductivo, una circunstancia que el año pasado se utilizó como argumento para retirar el nido y colocar en su lugar una estructura metálica esférica –de “engendro de hierro” se calificó por entonces- para que no anidasen nuevamente. Eso, y que las cigüeñas podrían deteriorar un monumento de Talavera “que nos guste más o nos guste menos, tenemos que proteger”, esgrimió el concejal de Medio Ambiente, Florencio Gutiérrez.
Sin embargo la pronta oposición en las redes sociales, el pronunciamiento de distintas asociaciones ecologistas y la intermediación del concejal de Ganemos Talavera, Miguel Ángel Sánchez, que en el turno de ruegos y preguntas del Pleno de enero de 2017 recordó que también en ese foro el alcalde de Talavera, Jaime Ramos, dio su palabra de mantener el anidamiento, hicieron reconsiderar la postura y volver a dejar expedito la coronación del monumento.
Ahora, para disfrute de grandes y pequeños y pese al tráfico fluido de la rotonda, en la intersección de la avenida de la Real Fábrica de Sedas con el Paseo Padre Juan de Mariana, junto a las riberas del río Tajo, se puede observar cómo la naturaleza vuelve a mostrarse amigable con una ciudad que no siempre mima su patrimonio natural.
Una buena noticia para esta especie después del affaire de los nidos de cigüeñas de la Basílica del Prado que han protagonizado muchos y tristes capítulos este año.