Tras cinco años de litigios, cuatro trabajadoras de la limpieza de la Consejería de Educación –dos de Toledo y dos de Cuenca- recuperarán sus puestos de trabajo y sus derechos salariales tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.
Todo empezó en 2012 cuando el anterior Ejecutivo regional inició el proceso de consolidación de empleo en la JCCM. A estas cuatro trabajadoras no se les puntuó el haber estado varios años desempeñando esa misma función para el Ministerio de Educación y Ciencia, previos al traspaso de competencias a las comunidades autónomas, que se produjo en el año 2000. Esa falta de baremación las relegó en las listas siendo adelantadas por otras aspirantes.
Pese a una primera sentencia la Junta recurrió pero ahora no lo hará “dada la contundencia” de los argumentos expuestos por máximo tribunal de Castilla-La Mancha que se basa en los méritos contraídos, el principio de igualdad y la subrogación de contratos acaecida en el año 2000, apuntando que “las bases son la ley del concurso en la medida en que sean conformes al ordenamiento jurídico. La falta de impugnación de las bases no subsana las ilegalidades que puedan contener”, como era el caso.
Las cuatro trabajadoras pasarán a ser personal laboral fijo y una de ellas ya desempeña su labor en un colegio de la Ciudad Imperial desde el 1 de septiembre.
