sábado, 27 abril 2024
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La calle San Antonio de Patrocinio, otra chapuza municipal

Los vecinos del talaverano barrio de Patrocinio y más concretamente los que viven en la calle San Antonio no salen de su asombro. Toda una vida esperando a que una de las vías que delimita el trazado urbano de Talavera de la Reina sea urbanizada y cuando el Ayuntamiento se pone a ello lo hace para dejar importantes deficiencias con las que dicen van a tener que convivir los próximos 30 años.

Foto facilitada por el gabinete de comunicación del Ayuntamiento de Talavera

La noticia saltaba a los medios esta mañana cuando recibíamos una nota de prensa por la visita de la concejala de Participación Ciudadana a las obras en la que se indicaba que se iban a “asumir todas las propuestas vecinales” entre las que destacaban “un mayor número de alcantarillas”. La pregunta que nos hacíamos…, ¿cómo es posible que los vecinos, más dos meses después de iniciadas las obras, vayan a modificar un proyecto realizado por los arquitectos y técnicos municipales?

Imagen de la canalización, a principios de julio

Dejando a un lado las bonanzas de la comunicación oficial -“es voluntad y compromiso del Ayuntamiento atender las sugerencias y propuestas de los vecinos y darles salida en función de las posibilidades técnicas”- Ahoraclm ha querido saber de primera mano cuáles son esas inquietudes que tienen al barrio entre la indignación y el estupor y que a través de las redes sociales intentan sacar a la luz.

Gabriel Cano, uno de los vecinos afectados, ha transmitido esta mañana a la concejala de Participación Ciudadana, María Victoria González Vilches, y al responsable de la Oficina Técnica del Ayuntamiento esas deficiencias que están viendo durante los trabajos de ejecución. Cano quiere agradecer “que se interesen y nos escuchen” pero se muestra escéptico en cuanto al resultado de la actuación.

Cuatro graves deficiencias

En uno de los extremos de la calle no va a haber acera

Vaya por delante que la calle no va a ser urbanizada en su totalidad puesto que uno de los laterales va a carecer de acera y solamente se están colocando los bordillos delimitadores de la calzada. Después de más 70 años el barrio en pie y más de veinte reclamando una calle en condiciones la imposibilidad de construir una acera vendría dada por tener que hacer expropiaciones y éstas se demorarían más de diez años, según les han dicho . “¿Les han preguntado a los afectados si les importaría ceder o vender dos metros de sus huertas para hacer una acera?, ¿por qué no lo han hecho como se hace en otras zonas de la ciudad?, se pregunta Cano, quien apunta que “con voluntad a lo mejor no habría problema”.

Así pues, en muchos tramos de la calle la estrechez va a seguir imperando como hasta ahora. La calle en óptimas condiciones podría representar una alternativa a la transitada calle San Marcos y un buen camino “y el lógico” para llegar a la residencia de ancianos.

La zona de los charcos sólo contará con una alcantarilla

Otra deficiencia que les tiene en alerta es el desagüe de las aguas pluviales. La zona en la que históricamente se han producido unos enormes charcos, que luego perduran días, sólo va a tener una alcantarilla “y porque se lo hemos dicho. Son 200 metros de calle y el técnico dice que con la caída que le van a dar a la calzada cuando echen el asfalto el agua va a irse sin problemas. No queremos una calle en cuesta y además dudo que el agua pueda desaguar –refiere Cano- aunque los técnicos han estudiado y sabrán más que yo”. Ante esta ridícula proporción de alcantarillado, lo normal entienden sería una cada 8 ó 10 metros, el Ayuntamiento está dispuesto a poner una alcantarilla más, “me han dicho”.

Sin palabras

Otro de los problemas detectados es la estrecha acera que hay en buena parte de la vía junto a los edificios de viviendas que ni se va a ensanchar ni se han quitado los postes de hormigón que sustentan el cableado eléctrico. La imagen superior precisa de pocas explicaciones: ni una silla de ruedas ni un carrito de niño pueden transitar en tan exigua superficie. Y los ancianos con dificultades y riesgo. En total son tres los postes que no se han quitado, tres barreras arquitectónicas impropias para el siglo XXI y para una obra nueva.

Y, claro, ante la estrechez de la vía, los vecinos que viven sobre el número 70 de la calle se verán obligados a aparcar como lo han venido haciendo toda la vida, encima de la acera porque no habrá otro espacio.

Chapuza es la palabra más empleada por los ciudadanos de Patrocinio ante esta obra “de adecentamiento” llamada a superar el desatino del Urban. “Si se ponen que lo hagan bien porque es lo lógico y porque nosotros pagamos los mismos impuestos que cualquier ciudadano de Talavera”, concluye Cano.

Para más inri, las obras empezaron con dos meses de retraso y el plazo de ejecución finalizó, sinedo generosos, el pasado 24 de julio y quedan todavía varias semanas para que concluyan.

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