La reiteración de actos vandálicos y en este caso la periódica aparición de pintadas en los muros y cerámicas exteriores de la Basílica de Nuestra Señora del Prado ha llevado al Ayuntamiento de Talavera, propietario del templo, a estudiar posibles medidas de seguridad para evitar que se siga dañando “un símbolo de la ciudad” y un elemento del patrimonio local catalogado como Bien de Interés Cultural, BIC.
María Rodríguez, portavoz del equipo de Gobierno, explica que en distintas ocasiones ya se ha barajado la posibilidad de proteger la Basílica, si bien hasta el momento no se había estimado necesario. Ésta lamenta que “por desgracia parece que ha dejado de existir el respeto a un símbolo para los talaveranos creyentes y no creyentes”.
Así pues, tras las nuevas pintadas realizadas la pasada semana en uno de los laterales del templo, que ya han sido borradas, la responsable municipal avanza que “muy probablemente” este asunto será planteado en la próxima reunión del Plan Especial de la Villa.
Cámaras pendientes
Cabe recordar que tras el ataque perpetrado contra el estanque de los patos y otros puntos de los Jardines del Prado en diciembre de 2015 el Gobierno Ramos estudió la posibilidad de cerrar durante las noches todo este entorno, opción que fue descartada por la presencia de la Basílica , optándose finalmente por instalar un sistema de videovigilancia que todavía sigue pendiente de ejecución.
