El Teatro Palenque acogió en la tarde de ayer la entrega de una nueva edición de los Premios Ciudad de Talavera, uno de los actos principales para Talavera y el talaveranismo desde hace ya quince años en la festiva Semana de Mondas.
En el orden previamente anunciado por Raquel Soleto, presentadora del acto, los premiados de este año fueron subiendo sucesivamente a un estrado presidido por el delegado del Gobierno en la región, José Julián Gregorio; el delegado de la Junta en la provincia de Toledo, Javier Nicolás; el presidente de la Diputación Provincial, Álvaro Gutiérrez; y el alcalde de Talavera, Jaime Ramos.
Allí los premiados Ángel Monterrubio (Cultura), Grupo Talauto (Economía), Purificación Martín (Solidaridad), Tierras de Cerámica (Identidad Local y Comarcal), Fernando Alarza (Deporte) y Paloma Jara (Ciencia, Innovación y Tecnología) recibieron el tradicional carrito cerámico de Mondas al ritmo marcado por un protocolo oficial que este año contaba con la novedad, además del estreno del nuevo galardón de Ciencia, Innovación y Tecnología, la alternativa presencia junto al alcalde en la entrega de los diversos galardones de los ediles Miguel Ángel Sánchez, Jonatan Bermejo, José Gutiérrez y María Rodríguez, así como de José Julián Gregorio.
Todos ellos resaltaron los merecimientos, el talento y el compromiso de los galardonados, presentes o ausentes. En este sentido, hay que resaltar el recuerdo al fallecido fundador del Grupo Talauto, Nilo González, por parte de su viuda -Milagros Perales, que recogió el premio- y el texto leído por Marta Vega, novia de un Fernando Alarza que está en Australia en pos de su sueño olímpico. El premio a Tierras de Cerámica, lo recogió su portavoz Pilar Campillejo.
Entre las intervenciones de los galardonados, destacaron las de Ángel Monterrubio, cuya subida al estrado estuvo precedida por una sorpresiva y sonora rotura de vasos de cristal entre bastidores, que reivindicó como posible eslogan de la ciudad un pasaje de ‘Los trabajos de Persiles y Segismunda’ de Cervantes en el que se asegura que Talavera es “la mejor tierra de Castilla”, apuntillando Monterrubio entre el aplauso de la concurrencia que “lo dice Cervantes, mientras en otros lugares no quieren ni acordarse”.
Asimismo, la pediatra Paloma Jara dedicó el premio a su padre, “que se lo merece más que yo”, y Purificación Martín dejó claro que “cualquier voluntario de Cruz Roja podría ser merecedor de este reconocimiento”.
La representación de Ayuntamiento, Diputación, Junta y Gobierno central fue aprovechada por el alcalde de la ciudad, Jaime Ramos, para poner esta ceremonia como ejemplo vivo de lo que debe ser “la unidad y colaboración de todas las administraciones que, en el caso de Talavera, es imprescindible”. Ramos también se comprometió a “sacar la cerámica a la calle como patrimonio no sólo de los talaveranos, sino de toda la humanidad”. El resto de autoridades presentes también se comprometieron con las actuales necesidades y reivindicaciones de la ciudad, resaltando unánimemente a través de los galardonados las virtudes y valía de la sociedad talaverana.
La Banda de Música de Talavera amenizó la ceremonia con un repertorio muy castizo y español, cerrando el acto con la interpretación, al compás de las palmas del numeroso público asistente, la ya tradicional en estos premios jota talaverana.
