El Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto de largo este miércoles su nueva estrategia para la promoción de las zonas industriales de la región, una iniciativa que diseña nuevas herramientas, como el Observatorio para la Promoción Industrial de Castilla-La Mancha, y que identifica de manera inicial ocho grandes zonas industriales en nuestro territorio, con retos comunes que abordar de forma conjunta pero también con planes de acciones individuales adaptados a las circunstancias concretas de cada una de las zonas.
La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, ha sido la encargada de presentar el Diagnóstico y Plan de Medidas para la Industrialización de Castilla-La Mancha en un escenario post-COVID, en un acto celebrado en La Roda que contará con la clausura por parte del presidente regional, Emiliano García-Page.
La nueva estrategia de industrialización de Castilla-La Mancha supone un paso adelante para reforzar el posicionamiento de la región como epicentro industrial del país, y es el resultado del trabajo conjunto que el Ejecutivo autonómico ha realizado de la mano de cerca de un centenar de entidades públicas y de empresas privadas a través de la celebración de mesas de trabajo y entrevistas en profundidad, además de visitas y contactos personales con los promotores de los parques industriales de la región.
“Ese trabajo nos ha permitido obtener una visión integral de todas las realidades que integran nuestra comunidad autónoma, que, aunque deben hacer frente en conjunto a retos y desafíos comunes, también necesitan herramientas particulares para adaptarnos a sus diferentes realidades”, ha señalado la consejera.
Impulsar la promoción
Eso es lo que hace la nueva estrategia, que tiene como objetivo común impulsar la promoción de los 30 millones de metros cuadrados de suelo industrial identificados en 260 ámbitos urbanísticos de la región, y hacerlo a través de un plan de acción común y también de medidas individualizadas.
“Hemos identificado 14 variables que han permitido zonificar nuestro territorio en base a parámetros como los ejes de comunicación disponibles, la especialización sectorial, la superficie media de las parcelas industriales o el ecosistema empresarial predominante en cada zona”, ha explicado Patricia Franco.
“Lo que nos ha llevado a identificar inicialmente ocho zonas: Tarancón y la mesa de Ocaña; el corredor de la A-2 y el desarrollo de Guadalajara; la zona industrial de Cuenca; la zona industrial de Albacete y su desarrollo sureste; la zona industrial de Ciudad Real; la zona de antiguas zonas mineras, con Puertollano y Almadén; el corredor de la A-5 y Talavera de la Reina; y la zona industrial de La Sagra”, sostiene la consejera.