El techo de gasto en el presupuesto de Castilla-La Mancha para 2022 asciende a 7.577 millones de euros, el 0,2 % más que este año, 15 millones de euros en términos absolutos, y con un déficit del 1,1 %, por encima de la recomendación del 0,6 % con el objetivo de congelar la presión fiscal y no hacer recortes.
El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha comparecido en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno para informar de los asuntos relacionados con su departamento, uno de ellos la aprobación de este límite de gasto no financiero para las cuentas del año que viene, en su contexto de previsiones macroeconómicas.
En ese sentido, ha explicado que la previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) es del 5,5 % en Castilla-La Mancha para 2022, a lo que hay que sumar otros datos optimistas como los de creación de empleo, estabilidad institucional, voluntad de creación de empresas y buen índice de confianza empresarial; sin embargo, la previsión de ingresos propios no financieros es de 5.885,7 millones, lo que representa un descenso del 4,7 % (291,2 millones) respecto a este año.
Este apartado está integrado por las entregas del Estado y liquidación que crecerá para Castilla-La Mancha en un 6,3 %, aunque la previsión de liquidación del ejercicio de 2020 es menos optimista ya que las entregas a las comunidades se hicieron como si no hubiera crisis y la realidad ahora es que habría que devolver al Estado los 350 millones entregados de más respecto a lo que le correspondía a Castilla-La Mancha.
Y el resto de ingresos propios previstos se calcula que ascenderán a 902,7 millones, el 3,4 % más.
Los fondos europeos
Los fondos europeos pasan de 392 a 119 millones presupuestados, lo que supone un descenso del 69,6 %, consecuencia del nivel de ejecución de los recursos por parte de las comunidades autónomas ya que los ingresos se obtienen posteriormente en función de lo que se va justificando.
Ruiz Molina ha insistido en que, para no reducir la capacidad de gasto, el déficit se sitúa en el 1,1 % en lugar de la recomendación ministerial del 0,6, además, ha reclamado al Estado un fondo covid también para el 2022, puesto que también se va a incurrir en gastos derivados de la pandemia.
Como novedades en 2022, ha mencionado unas transferencias extraordinarias del Estado a las comunidades autónomas, en el caso de Castilla-La Mancha, los citados 350 millones pagados de más que no será necesario devolver; así como el compromiso del Ministerio de incluir en los Presupuestos Generales del Estado la deuda que tiene con las comunidades por la modificación en relación con el IVA en 2017 y que para Castilla-La Mancha supondrá 142 millones de euros.
En este marco, ha dicho Ruiz Molina, se fija el techo de gasto no financiero de los presupuestos en 7.577 millones de euros cumpliendo las dos premisas dictadas por el presidente de Castilla-La Mancha: congelar la presión fiscal y en ningún caso reducir la capacidad de gasto que implique recortes.
A partir de ahora se trasladará este límite de gasto no financiero a las Cortes regionales para debatirlo y ha dicho que espera que pueda ser aprobado por unanimidad.
