Castilla-La Mancha pasa esta medianoche del estado de alarma a un estado “de extrema prudencia”, en el que no habrá cierre perimetral ni toque de queda y se permitirá a la hostelería abrir hasta la una de la madrugada, aunque seguirá siendo obligatorio llevar mascarilla, ventilar los interiores y guardar la distancia de seguridad.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, han comparecido este sábado en el Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia de la comunidad autónoma, para informar del decreto aprobado en el Consejo de Gobierno extraordinario que se ha celebrado y que entrará en vigor a las 24 horas de este sábado.
Otras medidas
Entre otras medidas, se permitirá abrir a los establecimientos de hostelería hasta la una de la madrugada pero no se permitirá la venta y el consumo de alcohol entre esta hora y las 6 de la mañana (apertura de los locales); los grupos de comensales podrán llegar a diez, tanto en el interior como en el exterior, y los lugares de culto pasan de estar restringidos a tener aforo del cien por cien.
García-Page ha pedido “personalmente” a los ciudadanos que pasen “del estado de alarma al de prudencia extrema” ya que todavía “no estamos libres” del virus.