Hoy visita esta sección dedicada a los veteranos de la UD Santa Bárbara Julián Serrano Sánchez, uno de los mejores futbolistas que ha dado la Ciudad Imperial. Nació en Toledo allá por el 2 de mayo de 1953 y apareció en el mundo del fútbol en 1968 defendiendo la elástica del equipo juvenil de la UD Santa Bárbara.
Fueron dos fructíferas las temporadas que Serrano estuvo en el cuadro juvenil. De aquí ascendió al primer equipo para demostrar sus exquisiteces técnicas, pundonor y fuerza física a los aficionados armeros durante otras dos campañas.
El buen tono que ofreció a lo largo de este tiempo llama la atención a los ojeadores del Real Madrid y con diecinueve años, concretamente en el mes de enero de 1972, el club blanco se hace con sus servicios. Durante tres años permanece en el Castilla, filial madridista, y asciende en 1976 al primer equipo.
Pese a la gran plantilla con la que cuenta el Real Madrid, el club sabe que Serrano es un diamante en bruto. Y le da minutos cediéndole al Atlético Osasuna de Pamplona. Transcurre la temporada 1980-1981 y el centrocampista toledano es clave para que los rojillos logren ascender a Primera división.
Otro ascenso
Es con 27 años de edad, cuando Serrano firma por el Celta de Vigo, que por aquel entonces milita en Segunda, pero el medio capitalino logra otro ascenso a Primera división en tierras gallegas en la campaña 1981-1982.
Ya en 1982, se compromete con el Alavés por una temporada para al siguiente curso militar en el Barbastro durante una única campaña antes de retornar a la UD Santa Bárbara. Aquí, en el equipo de su vida, disfruta dos años más del balompié antes de bajar el telón de su carrera futbolística profesional.
Como es un amante del fútbol, Serrano se hace con el título de entrenador y debuta como técnico en el equipo que le vio nacer para este deporte: el juvenil de la UD Santa Bárbara. Sus excelentes dotes de mando y sapiencia futbolística le hacen recalar en el primer equipo para impartir doctrina durante tres años. Aquí ejerce como entrenador y secretario técnico hasta 1992.
Cinco años después, Serrano decide poner el final de su trayectoria como preparador y lo hace en el banquillo del Guadamur.