El PSOE de Castilla-La Mancha ha mostrado sus “serias dudas” de que el exdirector general de Planificación de la Junta, Andrés Gómez Gordo, “no estuviera detrás de las 50 querellas falsas puestas a distintos líderes y responsables políticos de los gobiernos socialistas”, que se presentaron en los cuatro años que María Dolores de Cospedal fue presidenta de la región.
En una conferencia de prensa telemática, el secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Sergio Gutiérrez, ha aseverado que los hechos conocidos a través de un informe policial de Asuntos Internos, que relaciona al que fue director de Documentación y Análisis del Gobierno de Castilla-La Mancha durante la Presidencia de Cospedal, entre 2011 y 2015, con la operación Kitchen, son “extremadamente graves”.
“Según la Fiscalía, Cospedal usó Castilla-La Mancha para situarla en el centro una operación de espionaje cuyo objetivo último era limpiar el escenario de un delito de financiación ilegal y sobresueldos”, ha denunciado Gutiérrez, que ha lamentado que “Cospedal y el PP con una mano en Castilla-La Mancha usaban las tijeras para recortar y con la otra, cogían el mazo para destruir pruebas e impedir una investigación judicial en ciernes que afectaban al caso Bárcena, al caso Gürtel y al caso de espionaje“.
Ante los escritos judiciales que se están conociendo en los últimos días, Gutiérrez se ha formulado dos preguntas, por un lado en qué comprometían a la Presidencia de Castilla-La Mancha los “papeles de Bárcenas” para que Cospedal “usara un director general de la Junta para robar” esos papeles y no “a un ordenanza de la calle Génova”.
Y la segunda pregunta, y para el PSOE “más alarmante”, es que “si Cospedal era capaz de hacer eso con los suyos, con los propios, ¿qué no estuvo dispuesta a hacer para derrotar a sus adversarios políticos en Castilla-La Mancha?”.
De este modo, ha manifestado que su partido tiene “serias dudas” de que Gómez Gordo, “que tenía el encargo de robar los papeles a Bárcenas, no estuviera detrás de las 50 querellas falsas puestas a distintos líderes y responsables políticos de los gobiernos socialistas”.
“Otras operaciones oscuras”
También ha querido saber si estuvo detrás de “otro tipo de operaciones oscuras que afectaran” a los expresidentes socialistas de Castilla-La Mancha José Bono y José María Barreda y al actual presidente de la Junta, Emiliano García-Page, que en esos momentos era el candidato socialista a la Presidencia.
Por ello, ha señalado que, primero, van a esperar a conocer qué ocurre con la comisión de investigación registrada en el Congreso de los Diputados por parte de distintos grupos políticos, su contenido, su duración y también su alcance.
Una vez que se conozcan esos datos, el PSOE decidirá si es necesario crear también una comisión de investigación propia en las Cortes regionales para “clarificar, conocer la ramificación de lo que es el caso Bárcenas en su versión espionaje en lo que afectó a la Presidencia de Castilla-La Mancha”.
Gutiérrez ha pedido al presidente del PP regional, Paco Núñez, que “deje su silencio cómplice” y dé explicaciones, del mismo modo que ha considerado que Núñez debe exigir explicaciones a Cospedal, que fue la presidenta del PP en la región durante doce años.
“Núñez no puede seguir callado ante uno de los mayores escándalos, el Watergate español y castellanomanchego de las últimas décadas”, ha urgido Gutiérrez, al tiempo que ha considerado que el PP regional “tiene una renovación pendiente”, toda vez que “Núñez fue una designación sucesora de Cospedal para dejarlo todo bien atado” y ha considerado que están pendientes de renovación la cúpula del partido a nivel regional y las ejecutivas provinciales.
