La concejala de Ciudad Saludable y Consumo Responsable de Talavera, Marta Ramos, ha recordado que las piscinas comunitarias de la ciudad también tienen que cumplir con el protocolo de desinfección y las medidas de aforo, en base a las recomendaciones del Ministerio de Sanidad para la prevención del Covid-19.
Este protocolo de control de aforo incluye la parcelación de la zona de estancia y el establecimiento de pasillos de seguridad para acceder al vaso. Se debe disponer de geles hidroalcohólicos y se mantiene el aforo en el 75 por ciento en la zona de estancia y del 50 por ciento en el vaso, “siempre y cuando se pueda mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros entre personas no convivientes”, ha señalado.
Además, es obligatorio realizar una limpieza general de las zonas de paso antes de que comience el baño con productos virucidas (y que se detallan en la web ministerial) tres veces al día, dependiendo de si el horario es continuo o no.
Limpiezas registradas
Cada limpieza debe quedar debidamente registrada. Igualmente, se deberán sellar las papeleras del recinto, para dejar una sola con bolsa y apertura no manual, donde cada bañista deposite a la salida los desperdicios que previamente ha introducido en una bolsa en su parcela.
De la misma manera, la concejala ha recordado que se ha prohibido el uso de aseos comunitarios (salvo para los socorristas), dado que no son obligatorios en este tipo de piscinas, así como el uso de otros elementos comunes como sillas o hamacas. Los usuarios tampoco pueden dejar sus toallas colgadas en barandillas, sino dentro de la parcela que esté utilizando.
La responsable del área también ha explicado que, siguiendo las recomendaciones de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA), se deben mantener los niveles de cloro y el PH en los parámetros marcados.
Inspección antes de abrir
El Ayuntamiento de Talavera es la administración competente para la inspección de las piscinas de comunidades de vecinos, colegios mayores y casas rurales.
Cada temporada, los vecinos o responsables tienen que solicitar la reapertura de las mismas, un trámite que, a partir de ahora, se tendrá que realizar de forma telemática a través de la web municipal.
Esta función inspectora, ha explicado Marta Ramos, pretende “salvaguardar la seguridad y salud de los bañistas, comprobando las condiciones higiénico-sanitarias de las instalaciones y de la calidad del agua”.
La responsable del área sanitaria municipal ha detallado que se vigila que se haya realizado un programa de desinfección, para prevenir la legionelosis, un programa de desratización y otro de desinsectación.
También se cercioran de que las duchas cumplan con las características del decreto y que exista la señalización de profundidad, barreras perimetrales, salvavidas, socorrista (en caso de ser necesario) o botiquín.
El año pasado se solicitaron un total de 32 inspecciones (que es obligatorio solicitar antes de abrir) y este año han sido 24 las que lo han pedido.
La mayoría de estas piscinas han comenzado su actividad en la segunda quincena de julio. Respecto a las que no han abierto, ha sido por decisión comunitaria. En general, ha dicho Marta Ramos, el grado de cumplimiento de los requisitos establecidos es “adecuado”, ya que “los vecinos y vecinas se han tomado muy en serio cumplir con las medidas sanitarias para evitar rebrotes”.
Uso obligatorio mascarillas
En última instancia, la responsable de Ciudad Saludable ha recordado que el uso de la mascarilla es obligatorio en estas zonas de piscinas comunitarias, excepto en el momento que se vaya o se esté en el agua.
