martes, 20 febrero 2024
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El negocio del campo de fútbol de El Prado de Talavera

Campo municipal El Prado de Talavera.

Ahora que, después de tantos años, el CD Toledo puede volver a ser dirigido por directivos de la capital regional, tras la mala gestión que ha realizado el grupo mejicano en la Sociedad Anónima Deportiva (SAD), el CF Talavera se convierte en SAD y se echa en manos de un grupo del que solo se conoce que su portavoz es un árbitro de fútbol y su mayor exponente económico es un empresario de San Martín de Pusa.

La hasta ahora directiva blanquiazul, visto que ha navegado estas últimas temporadas rozando el descenso, ha dado el paso de dejar –con la previa aprobación de los socios- al susodicho grupo del futuro futbolístico del primer equipo de la ciudad. De momento, las primeras operaciones, tras las expectativas levantadas, han decepcionado. No ha llegado un entrenador de renombre, como sonó en un principio, y los primeros fichajes son la recuperación de un talaverano y dos desconocidos.

Oliendo la crisis económica que se avecina y los pocos asociados con los que cuenta el club, este grupo se ha hecho cargo de la entidad esperando aumentar el número de abonados y explotar los bajos del campo de fútbol de El Prado. Lo de aumentar el número de abonados se antoja una quimera en Talavera. En las mejores épocas del equipo, bajo las presidencias de Aurelio Lozano y Juan Bermúdez, nunca se alcanzaron los 2.000 socios y, en los últimos tiempos, apenas se ha pasado de seiscientos.

El exacalde de Talavera, Pablo Tello.

Otra cosa es el negocio que puede suponer la explotación de los bajos del campo. El Prado es un terreno con cierta historia. Fundado por la extinta Educación y Descanso, dio cobijo a los antiguos campeonatos locales de la ciudad, fue la casa de los desaparecidos Talavera y San Prudencio y en su pista de ceniza de ciclismo lucieron sus habilidades corredores como Polo, Galera o el Chato. Una pista que fue escenario de la rivalidad entre el local Culebra y el toledano Bahamontes.

Con la llegada de la democracia, El Prado casi desaparece. En la primera legislatura, el Gobierno municipal estuvo integrado por el PSOE, PCE y PTE. Un pacto de izquierdas que dejó a la extinta UCD en la oposición. Desde los cinco escaños comunistas y el único edil del Partido del Trabajo se ideó convertir el campo de fútbol en un terreno para edificar viviendas sociales, que entonces estaban muy bien subvencionadas por el Estado, y construir un nuevo campo en La Alameda.

De campo a piscina

De hecho, las obras se iniciaron y hasta se construyó una grada. Pero la oposición municipal, algunos empresarios de peso y directivos del club levantaron su voz. Pablo Tello, entonces alcalde socialista, cambió de idea pese al disgusto de sus socios de gobierno y aprovechó el graderío que se había levantado para instalar la piscina de La Alameda, una maniobra que le dio muchos votos y comenzó a fabricar la mayoría que en la siguiente legislatura obtendría el PSOE.

Eso sí, Tello a la vez convirtió el patatal de El Prado en un terreno de juego con césped para que el Talavera CF lo disfrutara; algo que también hizo la UD Talavera –que había ascendido con una plantilla de exjugadores blanquiazules- y alguna vez que otra la Peña Athletic. La explotación de los bajos del campo no se puso en escena hasta la segunda llegada a la presidencia del Talavera CF de Juan Bermúdez. Antes, el club disponía de ingresos del bingo y éste se había vendido, lo que animó a Bermúdez a buscar ayuda económica con esta idea.

Juan Bermúdez tenía amistad con el entonces entrenador del Sporting, Novoa, porque mantenían un negocio similar y viajó hasta Gijón para ver como se explotaban los bajos del Molinón. Le gustó la idea y tenía el beneplácito del Ayuntamiento porque, entre otras cosas, Bermúdez, que era concejal del PP en la oposición, había dado votado a favor de los presupuestos que había presentado el Gobierno municipal con Javier Corrochano al frente. Fruto de este entendimiento nació el alumbrado del campo.

El entonces concejal José Miguel Camacho; el diputado provincial y ahora alcalde de Velada, José Luis Cebadera; Juan Bermúdez, y fallecido Emilio Niveiro, entonces portavoz del PP. (Foto: Miguel ángel del Río)

Pero la poca estancia de Bermúdez en el cargo y la no aceptación de la idea por los empresarios hicieron que aquellas tiendas, bares y restaurante que estaban en un proyecto no se hicieran realidad. Con la llegada a la Alcaldía de Florentino Carriches, un prestigioso empresario local presentó otra iniciativa: construir el campo de fútbol en una finca particular cerca de la ciudad, concretamente en la carretera de Pepino. Pero se quedó en idea.

Ahora, los nuevos dueños del CF Talavera quieren hacer realidad aquel proyecto de hace casi treinta años. Ellos ven negocio, aunque algunos ciudadanos dudan del sitio por la falta de aparcamientos. Veremos en qué queda todo.

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