Una furgoneta se quedó atascada en una estrecha calle de Toledo, que tuvo que ser cortada al tráfico, tanto rodado como peatonal, por espacio de dos horas.
El curioso suceso ocurrió hace unos días, según refleja la Policía Local de Toledo en su red social de Facebook.
El conductor no se apercibió de la señal que hay visible en la calle Sola que prohíbe la circulación de vehículos con una anchura superior a los 1,9 metros. Y así llegó a su desembocadura quedándose atascado.
El desenlace a esta larga visita al “Toledo Mágico” no lo sabemos, pero todo apunta que con paciencia y marcha atrás los desperfectos en la furgoneta serían menos.