La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) valora el avance que supone la realización de test a trabajadores con sospecha de contagio por coronavirus.
No obstante, lo considera “insuficiente debido a que la realización de pruebas diagnósticas para romper la cadena de contagios y garantizar una desescalada con seguridad, debe realizarse a todas las personas trabajadoras que se reincorporen a su actividad laboral, priorizando dichas pruebas a aquellos que regresan a su puesto de trabajo tras una incapacidad temporal por Covid-19”.
También “a las que hayan tenido sintomatología reciente y a quienes hayan estado en contacto estrecho con personas afectadas por esta enfermedad, además de los grupos pertenecientes a los colectivos definidos como grupos vulnerables”.
Procedimientos de actuación
En el Procedimiento de Actuación para los Servicios de Prevención de Riesgos laborales frente a la exposición al SARS-CoV-2, actualizado el pasado 22 de mayo 2020, se ha adecuado el procedimiento a la nueva estrategia de diagnóstico, vigilancia y control en la fase de transición del Covid-19, establecida en la Orden SND/404/2020 publicada en el BOE el pasado 12 de mayo, si bien como novedad amplía el grupo de personas vulnerables incluyendo la insuficiencia renal crónica y obesidad mórbida.
Las empresas y administraciones, a través de los servicios de prevención (SPRL), están llamados a cooperar con las autoridades sanitarias en la detección precoz de todos los casos compatibles con coronavirus y sus contactos, para controlar la transmisión. Tendrán que realizar la evaluación de riesgo de exposición a Covid-19 y realizar las pruebas PCR, o cualquier otra técnica de diagnóstico, a las personas trabajadoras que sean caso sospechoso o presenten un cuadro clínico sospechoso de infección.