El Ayuntamiento de Talavera ha comenzado a reordenar la calle Corredera del Cristo, uno de los puntos neurálgicos de la actividad comercial y hostelera de la ciudad.
Y es que tal y como se había aprobado, los numerosos establecimientos de hostelería de la Ciudad de la Cerámica pueden aumentar, excepcionalmente y si es posible, la superficie de sus terrazas con el objetivo de cumplir rentabilizar su apertura y cumplir con la normativa en las distintas fases de la desescalada a causa de la crisis sanitaria del coronavirus.
Unas obras menores que permitirán a los hosteleros colocar más mesas útiles y dar viabilidad a sus bares y restaurantes, a la par que facilitarán el tránsito de peatones, tanto de posibles clientes, vecinos, turistas o circunstanciales.
Cabe recordar que el Gobierno central ha autorizado un máximo de las mesas y veladores en la vía pública, que conllevan un distancia mínima de seguridad de 2 metros, para evitar la propagación, expansión y rebrote del Covid-19.
Favorecer sinergias
El concejal de Hacienda y Seguimiento de las Contrataciones y las Concesiones, Luis Enrique Hidalgo, ha manifestado que esta intervención en la Corredera del Cristo de Talavera pretende “favorecer las sinergias entre la movilidad peatonal, la actividad del comercio local y, sobre todo, el turismo”.
En este sentido, Hidalgo ha señalado que esta opción es muy importante para empezar a “retomar el pulso para que la ciudad vuelva a ser atractiva para los visitantes que nos quieran venir a ver desde otras ciudades”.
“Creemos que va a ser un punto de inflexión este verano para lograr el avance al pulso económico que queremos retomar”, ha concluido el también teniente de alcalde de Talavera.
Adiós ¿momentáneo? a los aparcamientos de la zona azul
Entre las actuaciones que se están acometiendo, se ha comenzado por eliminar los espacios de aparcamiento de vehículos de la zona azul junto a la muralla, retirar los alcorques elevados y nivelar la calzada.
La supresión de los espacios de aparcamiento de la zona azul junto a la muralla hará revivir la vieja demanda de eliminarlos, una decisión del Gobierno del PP muy cuestionada en la ciudad.