El nuevo hospital de Toledo podría usarse como hospital de campaña si fuera necesario.
Esta instalación se pondría a disposición del Estado o del propio Ejército como hospital de emergencia como en Madrid está ocurriendo con los pabellones de Ifema, porque “no está preparado ahora mismo para funcionar como hospital ordinario”.
Así lo ha desvelado en nota de prensa el PSOE de Castilla-La Mancha, recalcando que la región no tiene problemas de camas.
En este sentido, el presidente del Ejecutivo Autonómico, Emiliano García-Page, en la rueda de prensa en la tarde de este domingo, ha pedido “calma” porque “no es un problema de espacio sino de personal”.
El propio consejero de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha informado que todavía restan 900 camas hospitalarias libres en toda la región para hacer frente a la expansión del coronavirus.
Además, hay 49 camas en Unidades de Cuidado Intensivo, si bien ha reconocido que se está preparando por si se agravara la situación.
Incluso si fuera necesario se recurriría a camas de la sanidad privada en una segunda fase, o a estancias no sanitarias, como residencias de estudiantes u hoteles en una tercera del Plan de Contingencia.
Los socialistas, en el escrito, también han incidido en que los hospitales públicos como privados de Toledo tienen plazas suficientes y que están al “cien por cien montados”.
