El pueblo de Alcañizo ha rendido este domingo justo, multitudinario y emotivo homenaje a César Sánchez Alegría, alcalde de la localidad desde las primeras elecciones democráticas municipales de 1979 hasta mediados del pasado mes de junio, tras decidir no encabezar de nuevo la candidatura del PSOE en los comicios locales celebrados el 26 de mayo, por motivos personales.
Cuarenta años de dedicación, lucha y compromiso con su pueblo contemplan, por lo tanto, a este alcañizano de pura cepa que ha vivido con nervios, emoción y hasta cierta incertidumbre, puesto que nada sabía de los actos preparados, esta jornada dominical en la que en Alcañizo no han mandado los votos, las siglas o las ideologías, sino simplemente el alma y el corazón de un pueblo agradecido y respetuoso con un hombre, con un alcalde, que lo ha dado todo por sus vecinos durante cuatro décadas.
Eso es lo que ha querido y conseguido transmitir Alcañizo en una jornada que comenzó con una misa concelebrada en honor de César, acto religioso cantado y ensalzado por los componentes del grupo floclórico local de ‘La Andigüela’, y que continuó en el abarrotado salón de actos de la Casa de la Cultura de la localidad, donde el ex alcalde fue recibido bajo los sones del mítico ‘Libre’ de Nino Bravo y una ofrenda de rosas a cargo de un grupo de niños y niñas del pueblo.
A continuación, el conductor del acto, Alberto, dio la palabra al diputado provincial y alcalde de Navalcán, Jaime David Corregidor, que ensalzó la figura de César Sánchez Alegría como persona y alcalde, afirmando que hombres como el homenajeado “dignifican la política”, dando luego turno al delegado de la Junta en Talavera, David Gómez, que emocionó a los presentes al asegurar que “César ha dejado la política por amor”, por amor a su esposa Esperanza concretamente, también presente en el acto.
Antes de las intervenciones de los representantes institucionales, también estuvieron presentes alcaldes y ediles de Oropesa, Herreruela, Parrillas y otras localidades de la Campana de Oropesa, Anabel hizo una magistral semblanza de lo que ha sido, es y será César Sánchez Alegría para Alcañizo.
El propio homenajeado tomó por último la palabra para agradecer a todo el pueblo el tributo recibido, agradecimiento que particularizó con contenida emoción en su esposa, sus dos hijos y el resto de familiares que, visiblemente emocionados, siguieron el acto desde un lugar privilegiado del escenario.
Luego hubo presentes como el reloj regalado por el pueblo, el bastón de mando cerámico obsequio de los concejales que le han acompañado en sus distintos mandatos municipales o un cuadro, también en cerámica, que recuerda y agradece la larga singladura de César como alcalde de Alcañizo.
Un pueblo que primero honró a César Sánchez Alegría y luego confraternizó, al uso alcañizano. Es decir, bebiendo, comiendo y bailando en honor de su ex alcalde, demostrando una vez más la particular idiosincrasia de una localidad que sabe agradecer y festejar, de manera conjunta y unida, cuando la ocasión lo requiere. Y el homenaje a César Sánchez Alegría, sin duda, lo merecía.